El argumento en contra de comer pescado

Muchas personas que han dejado de comer carne de animales terrestres aún consumen pescado. ¿Por qué sucede esto? Bueno, hay varias razones…

Comer pescado no es saludable

Los peces contienen ácidos grasos omega 3, por eso algunas personas creen que debemos consumirlos, pero las investigaciones demuestran que las fuentes veganas de omega-3 ofrecen los mismos beneficios para la salud. Cuando comemos nueces, lino o semillas de chía, obtenemos todos los nutrientes que necesitamos sin los elementos peligrosos del pescado, ya que este pescado contiene grasa saturada y colesterol, además de varias toxinas como bifenilos policlorados (PCBs), dioxinas y mercurio.

Los peces son seres sintientes

Puede ser difícil imaginar cómo es la experiencia interna o la percepción del mundo de un pez, porque son muy distintos a nosotros. Viven en otro elemento, se comunican en un lenguaje que no podemos oír ni entender, y nos cuesta leer su comportamiento como lo hacemos con nuestros perros que mueven la cola o nuestros gatos que ronronean. Tal vez los peces no cacareen, balan o chillen de terror como lo haría una gallina, una oveja o un cerdo camino al matadero. Pero sí sufren, y sí expresan su sufrimiento. Solo que la mayoría no sabemos reconocer esas señales y, siendo honestas, quizás ni lo intentamos.

Los peces merecen nuestra compasión

A partir de una cantidad considerable de evidencia científica, biólogos marinos de todo el mundo aceptan hoy que los peces sienten dolor de forma consciente, al igual que los mamíferos y las aves.

Como con perros y gatos, tal vez nunca descubramos si los peces sienten el dolor de la misma manera que nosotras, pero hay partes de nuestro cuerpo que podemos reconocer en los suyos: columna vertebral, receptores de dolor, endorfinas y todos los reflejos de dolor que nos resultan familiares. Estas similitudes son las que importan. Los peces tienen la capacidad de sentir placer y también de sufrir, y por eso merecen nuestra compasión.

En su exitoso libro Comer Animales, Jonathan Safran Foer plantea preguntas muy importantes sobre la moral de comer peces:

“¿Es el sufrimiento de una muerte prolongada algo cruel de infligir a cualquier animal que pueda experimentarla, o solo a algunos animales? ¿Qué tan distantes están los peces de nosotros en la escala de la vida? ¿Nos separa un abismo o solo las ramas de un árbol? Si algún día encontráramos una forma de vida más poderosa e inteligente que la nuestra y nos mirara como nosotros miramos a los peces, ¿cuál sería nuestro argumento para no ser comidos? La vida de miles de millones de animales al año y la salud del ecosistema más grande del planeta (nuestros océanos) dependen de las respuestas, mal razonadas, que demos a estas preguntas.”

Y esto nos lleva a otra razón muy importante por la cual deberíamos eliminar el pescado y los mariscos de nuestra alimentación.

La pesca está matando nuestros océanos

Kendall Jones, científica investigadora de la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre, afirma que la pesca, junto con los residuos y productos químicos de la agroindustria, son las dos formas más significativas con las que los humanos están dañando los ecosistemas marinos. Estas actividades, sumadas a la contaminación plástica (el 46% de la cual proviene de redes de pesca) están devastando la vida oceánica. Como resultado, solo el 13% de los océanos del mundo permanece intacto ante los impactos dañinos de la humanidad.

La situación es muy grave, y no es responsabilidad de “otra persona” resolverla.

Es nuestra.

Cómo salvar nuestros océanos

Quienes satisfacen nuestra demanda de pescado extraen hasta 2.2 billones de animales del océano cada año con métodos extremadamente dañinos para toda la vida marina.

Casi todo el pescado que comemos hoy se obtiene mediante palangres o redes de arrastre de fondo. Además de someter a los peces a una muerte lenta y angustiante, por asfixia en la mayoría de los casos, la naturaleza indiscriminada de estas técnicas de pesca modernas provoca que cientos de otras especies también mueran inevitablemente en el proceso.

Hoy en día, por cada 10 atunes, tiburones y otros grandes depredadores marinos que había en nuestros océanos hace 50 o 100 años, solo queda uno. Y eso es porque comemos pescado. Si seguimos así, los científicos predicen que todas las especies de peces silvestres, desde el atún hasta las sardinas, colapsarán para el año 2050.

En resumen, nos estamos comiendo los océanos.

Hacer lo correcto

No dejes que tu compasión o tus preocupaciones ambientales terminen donde empieza tu apetito. Puedes ayudar a conservar los ecosistemas marinos y reducir el sufrimiento si eliminas a los peces de tu alimentación.

El experto en océanos Capitán Paul Watson, fundador de la organización Sea Shepherd y orgulloso colaborador de GenV, afirma:

“El océano necesita acción, no palabras. La gente tiene que dejar de comer pescado… y entender que nuestra supervivencia como especie depende 100% de un océano sano. Cuando el océano muere, todos morimos, cada uno de nosotros.”

Es hora de actuar

Hazte vegan hoy, por los peces y por nuestros océanos. Nuestras guías gratuitas de 7 y 30 días te ayudarán a hacer el cambio, proteger la vida marina y construir un mundo más justo para todxs. 🌊💙🐟

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