Para prevenir pandemias

Las pandemias son una consecuencia impactante pero inevitable de la mala higiene, la contaminación cruzada, y el bajo bienestar animal inherente a los sistemas de explotación animal. Los virus emergen en mercados de animales vivos y en la suciedad de las granjas industriales, y continúan expandiéndose desde los animales hacia las personas alrededor del mundo.

En los últimos cien años, las pandemias de enfermedades infecciosas se han propagado alrededor del mundo, dejando un total de 100 millones de muertos. Tres cuartos de las enfermedades infecciosas emergentes resultan de la explotación de animales por su carne, leche, huevos y pieles. 

En lugar de reconocer la naturaleza mortal del sistema de producción de alimentos que hemos creado y aprender de las pandemias pasadas, hemos redoblado la apuesta. Criamos, capturamos, amontonamos y asesinamos a una escala inimaginable, y en este mismo momento en todo el mundo, miles de millones de animales se encuentran apiñados dentro de cobertizos sucios en granjas industriales. Enfermos y débiles, viven en condiciones miserables que constituyen la base de las enfermedades infecciosas.

Los virólogos predicen que otra pandemia surgirá de las granjas de pollos o cerdos, ya que los virus de gripe aviar y de origen porcino ya se encuentran en circulación y mutación.

Tres cuartos de las enfermedades infecciosas emergentes provienen de animales

Source: Centers for Disease Control and Prevention

Los virus la tienen fácil

Como si ya no les hubiéramos facilitado las cosas a los virus al proporcionarles granjas, les damos una segunda oportunidad de transmitirse a las personas al reducir los espacios naturales del mundo para cultivar alimentos para engordar a los animales de granja. Hacemos esto porque la industria ganadera necesita mucha más tierra que la agricultura a base de plantas, y esta se toma de la naturaleza.

La industria ganadera es la principal impulsora de la deforestación y la pérdida de hábitats a nivel mundial. En Latinoamérica solamente, es responsable de la destrucción de 2,71 millones de hectáreas de bosque tropical cada año. Cuando derribamos bosques enteros, destruimos el hábitat de los animales salvajes, y les damos rienda suelta a los patógenos que se incuban allí, permitiéndoles entrar en contacto con las personas.

Prevención y cura

Adoptar una alimentación a base de plantas no sólo puede ayudar a prevenir futuras pandemias, sino que también nos puede ayudar como individuos si nos enfermamos como resultado de ellas. Los estudios sugieren que quienes se alimentan a base de plantas sufren menos síntomas severos de Covid-19 que quienes no.

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