Source: Centers for Disease Control and Prevention
Como si ya no les hubiéramos facilitado las cosas a los virus al proporcionarles granjas, les damos una segunda oportunidad de transmitirse a las personas al reducir los espacios naturales del mundo para cultivar alimentos para engordar a los animales de granja. Hacemos esto porque la industria ganadera necesita mucha más tierra que la agricultura a base de plantas, y esta se toma de la naturaleza.
La industria ganadera es la principal impulsora de la deforestación y la pérdida de hábitats a nivel mundial. En Latinoamérica solamente, es responsable de la destrucción de 2,71 millones de hectáreas de bosque tropical cada año. Cuando derribamos bosques enteros, destruimos el hábitat de los animales salvajes, y les damos rienda suelta a los patógenos que se incuban allí, permitiéndoles entrar en contacto con las personas.
Adoptar una alimentación a base de plantas no sólo puede ayudar a prevenir futuras pandemias, sino que también nos puede ayudar como individuos si nos enfermamos como resultado de ellas. Los estudios sugieren que quienes se alimentan a base de plantas sufren menos síntomas severos de Covid-19 que quienes no.