Moda vegana: una mirada sobre el cuero, la lana, la piel y la seda

Ethics and Fashion
Photo by Andre Manuel

La moda evoluciona continuamente para adaptarse a los gustos de cada momento, pero lo que quizá sea el aspecto más importante se está convirtiendo sigilosamente en el mantra de la industria de la moda, sea o no de alta costura. Con la evolución de la tecnología y la conciencia creciente sobre las prácticas sostenibles y éticas, la ropa sin crueldad va camino de convertirse en la nueva norma. Entonces, ¿cómo puedes unirte al movimiento de la moda vegana? Te explicamos por qué deberías hacerlo y cómo puedes tomar decisiones más respetuosas con tu ropa.

Renunciar al cuero

Es quizá una de las industrias más contaminantes para el medio ambiente. Las pieles de vacas y otros animales se someten a un largo proceso tóxico para convertirse en lo que llamamos cuero. Pero ese no es el único inconveniente del cuero. Millones de animales, entre ellos cabras, ovejas, búfalos, bueyes, canguros, cocodrilos y cebras, son sacrificados por sus pieles. Las personas que trabajan en las fábricas de cuero suelen proceder de los entornos más pobres y a menudo están mal pagadas. Allí están expuestas a sustancias químicas cancerígenas utilizadas en el proceso de curtido, y pueden acabar padeciendo cánceres profesionales.

Pasarse al cuero vegano tiene más sentido.

Las alternativas veganas al cuero más utilizadas son el poliuretano (PU) y el cloruro de polivinilo (PVC), que se fabrican a partir de un tipo de plástico. El PU o el PVC no son alternativas ecológicamente inteligentes, ya que se derivan de combustibles fósiles, pero evitan muchos de los inconvenientes asociados al cuero. Aunque se están haciendo muchos avances en el reciclaje del PU para fabricar tejidos a partir de artículos desechados, el PU y el PVC aún tienen trabajo por hacer antes de ser considerados alternativas viables y sostenibles.

Las alternativas al cuero más interesantes proceden de las plantas. Cactus, hojas de piña, piel de manzana, setas, coco e incluso residuos de maíz son algunos de los materiales vegetales que se utilizan para fabricar alternativas de cuero vegano duradero. 

Estos tejidos imitan el aspecto y el tacto del cuero y son versátiles, ya que se pueden utilizar para ropa e incluso accesorios como zapatos, cinturones y carteras. También se producen con un impacto mucho menor en el medio ambiente y muchos son incluso biodegradables.

Dejar la lana para las ovejas

Las ovejas se crían específicamente para producir grandes cantidades de lana, algo que no habría sucedido si el ser humano no hubiera intervenido. Para obtener aún más de ellas, los ganaderos crían deliberadamente ovejas merinas con pliegues adicionales de piel en el cuerpo. Estos pliegues son el blanco de las moscas, que ponen sus huevos en ellos. Cuando los huevos eclosionan, los gusanos se comen la piel de la oveja. Para evitarlo, los ganaderos de algunos países cortan sistemáticamente los pliegues de piel alrededor de la cola (procedimiento conocido como “mulesing”) para impedir que las moscas pongan huevos en ellos. Este procedimiento, que a menudo se lleva a cabo sin alivio del dolor, deja a las ovejas con heridas abiertas y dolorosas. 

Las ovejas no son los únicos animales sometidos a prácticas crueles por su pelo. Camellos, cabras, alpacas, bueyes y llamas también se crían con este fin. Y cuando su productividad disminuye, ninguno se salva: todos son enviados al matadero.

No tenemos por qué someter a estos animales a tanta crueldad.

El algodón lleva mucho tiempo tejiéndose y utilizándose como alternativa vegana sostenible a la lana. Pero los tejidos fabricados con pulpa de madera (Tencel), lino, bambú e incluso cáñamo pueden utilizarse para sustituir a la lana. Los innovadores en materiales han desarrollado incluso una alternativa vegana a la lana con residuos líquidos de la industria del coco.

La piel es mejor olvidarla

Al igual que la lana y el cuero, la piel animal dista mucho de ser respetuosa con los animales o el medio ambiente. Animales como visones, zorros, conejos y chinchillas son atrapados en granjas peleteras inhumanas y despellejados. A continuación, su piel se trata con un lodo tóxico de productos químicos para aumentar su vida útil. Este lodo es a menudo una mezcla de agentes blanqueadores, formaldehído, amoníaco y tintes que se vierten en arroyos y ríos, contaminándolos y haciéndolos inhabitables para la fauna salvaje. El Banco Mundial ha clasificado a esta industria entre las peores del mundo en contaminación por metales tóxicos.

Los animales necesitan su piel, nosotres no.

Aunque muchas grandes marcas siguen eliminando las pieles de sus prendas y accesorios, sigue habiendo granjas peleteras en todo el mundo. La moda rápida (fast fashion) ha sido acusada de sustituir las pieles por materiales sintéticos que no son biodegradables. Pero existen alternativas veganas y sostenibles a las pieles. Las pieles hechas con materiales vegetales y plástico reciclado son una buena opción, y los diseñadores también han estado experimentando con materiales como la paja, el cáñamo, el algodón y el denim para hacer pieles de base biológica.

Suave como la seda vegana

Lejos de ser sostenible o natural, la industria de la seda se alza como el peor tejido por su impacto medioambiental. Según el Índice Higg, que forma parte de la Sustainable Apparel Coalition y analiza los datos de la moda desde el punto de vista de la sostenibilidad, la seda tiene casi 13 veces más impacto ambiental que su alternativa más barata, el acetato, una fibra fabricada con pulpa de madera.

Además, la seda es cruel. Sus hilos se obtienen hirviendo gusanos de seda vivos cuando aún están dentro de sus capullos, que luego se lavan con agua y jabón para eliminar la proteína pegajosa que los mantiene unidos. Estos capullos se convierten en hilo para ser blanqueados y teñidos. La seda suele considerarse uno de los materiales más «sedientos» y para fabricar cada kilogramo de seda se matan al menos 6.000 gusanos de seda. Esto significa que cada año se matan miles de millones de gusanos de seda.

Es posible elegir opciones más respetuosas con el medio ambiente.

Muchas de las alternativas veganas a la ropa de seda pueden incluir tejidos ecológicamente perjudiciales como el poliéster. Sin embargo, existen alternativas sostenibles a la seda: el plátano, el bambú, la piña, la fibra de cítricos e incluso el cáñamo se están utilizando para fabricar sedas veganas biodegradables.

Cuidado con el greenwashing

Es importante ser conscientes de las tácticas de greenwashing que muchas casas de moda rápida utilizan para atraer a los consumidores que buscan alternativas éticas. Con un poco de investigación, podemos adquirir los conocimientos necesarios para elegir mejor.

Nuestras elecciones de moda pueden afectar a los animales y a nuestro planeta de muchas maneras diferentes. Podemos elegir dejar una huella ecológica positiva, comprando y consumiendo menos, pero también siendo consumidores conscientes de la moda.

La industria de la moda, como cualquier otra, sigue al dinero. La creciente concientización de les consumidores y la demanda de opciones sostenibles y sin crueldad van empujando a la producción de ropa en la dirección correcta. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer para llegar al final de la pasarela, los vientos del cambio soplan por fin a favor de los animales y del planeta.

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