Cinco árboles increíbles que luchan contra el cambio climático y cómo podemos ayudar a plantar más de ellos

Amazing Trees That Are Fighting Climate Breakdown
Photo by Jeremy Bishop on Unsplash

El colapso climático está poniendo en peligro toda la vida natural de la Tierra, en su mayor parte, porque hemos descuidado el mundo terrestre, en favor de industrias como la ganadería. Aunque la ciencia es clara, seguimos optando por ignorar a la naturaleza como parte de la solución. Pero quién mejor que la propia naturaleza para estabilizar el mundo natural, y los árboles, nuestros compañeros naturales más sabios, son una parte clave de la solución.

¿Cómo pueden los árboles luchar contra el cambio climático?

De más formas de las que imaginas.

Los árboles secuestran carbono

Los árboles absorben el CO2 perjudicial para el clima que liberamos. En pocas palabras, cuantos más árboles plantemos, sobre todo en zonas previamente deforestadas, menos carbono entrará en nuestra atmósfera y contribuirá al calentamiento.

Los árboles son hogares

Una fuerte biodiversidad es una de las piedras angulares de la protección de nuestro entorno natural, y los ecosistemas forestales albergan aproximadamente el 80% de toda la vida animal y vegetal, por lo que son clave para un clima feliz. Un alto índice de biodiversidad -que sólo significa abundancia de especies prósperas- también estabiliza nuestro entorno natural, lo que protege y preserva toda la vida terrestre, incluidos los seres humanos. Cuando talamos árboles, destruimos los hogares de millones de especies y, por tanto, ponemos en peligro el equilibrio de nuestro entorno natural y, a su vez, de todos los animales y seres humanos.

La reforestación plantando más árboles y dejando que la naturaleza se haga cargo de la tierra, sobre todo en las zonas diezmadas por la ganadería, favorece la repoblación de especies, lo que aumenta la estabilidad y la resistencia a los cambios climáticos.

Los árboles nos protegen de las catástrofes naturales

Los árboles regulan el movimiento del agua a través de nuestro entorno natural, lo que disminuye la probabilidad de inundaciones. También crean una barrera contra la erosión del suelo en tierra firme, y árboles como los manglares protegen los entornos costeros de la erosión de las mareas y los tsunamis. Todos estos procesos y fenómenos serán cada vez más frecuentes como consecuencia del cambio climático y no harán sino agravar los impactos futuros. Proteger los bosques, los manglares y todos los demás ecosistemas arbóreos reducirá la vulnerabilidad de los seres humanos y los animales al cambio climático y contribuirá a un futuro más estable desde el punto de vista del clima.

Los bosques tienen beneficios culturales vitales

Puede parecer extraño sugerir que la cultura puede ayudar a combatir el cambio climático, pero las pruebas son bastante claras. Los bosques aumentan nuestra conexión con la naturaleza, mejoran nuestro bienestar físico y mental y contribuyen a enriquecer las relaciones entre los seres humanos y el mundo natural. 

Todo esto significa que los seres humanos con una mayor exposición a los árboles, tienen muchas más probabilidades de proteger el medio ambiente natural en el futuro.

5 árboles que más contribuyen a la lucha contra el cambio climático

1. El roble vivo

El roble vivo, que es un roble de hoja perenne, es capaz de secuestrar la mayor cantidad de carbono de todos los árboles a lo largo de su vida. Esto se debe en parte a su gran superficie foliar, que le permite realizar la fotosíntesis a un ritmo mucho más rápido que otras especies.

Cuantos más robles vivos plantemos, sobre todo en zonas de deforestación o de altas emisiones de carbono, menos carbono entrará en nuestra atmósfera y contribuirá a la degradación del clima. 

2. Acacia 

La acacia es un árbol clave en muchos ecosistemas africanos. Las acacias tienen raíces complejas que penetran lo suficientemente profundo como para llegar a la capa freática, por lo que ayudan a prevenir la desertización de los pastizales y proporcionan una fuente de agua muy necesaria para las especies esenciales de los pastizales. 

Todo esto significa que las zonas con abundancia de acacias albergarán una biodiversidad más rica y serán más resistentes a las temperaturas más altas y a la falta de precipitaciones, lo que aumentará la resiliencia climática. 

3. Arce plateado 

El arce plateado tiene uno de los mayores potenciales de secuestro de carbono del mundo, pero su característica principal es lo rápido que crece. En sólo 55 años puede estar cumpliendo su potencial de absorción de carbono, lo que es más rápido que casi todas las demás especies. 

4. Ciprés de los pantanos

Estas grandes y hermosas coníferas son excelentes absorbentes de carbono, pero su beneficio único es la protección contra las inundaciones. Estos árboles se adaptan bien a entornos húmedos y sus complejos sistemas radiculares crean espacios en los suelos circundantes que pueden absorber el agua de forma mucho más eficaz.

5. El Saumama (Kapok)

A veces conocido como la «madre de todos los árboles» por los grupos indígenas de la Amazonia, el Saumama es un árbol emblemático de la Amazonia. Su tamaño gigantesco y la forma única de sus raíces hacen que se eleve por encima de todos los demás seres vivos, lo que resulta conmovedor dado que es uno de los árboles más importantes para el entorno natural y sus habitantes.

El Saumama aporta un profundo capital cultural a los pueblos indígenas, permitiéndoles seguir protegiendo el entorno natural y transmitir de forma sostenible estos conocimientos a las generaciones futuras. Sin embargo, está amenazado por la tala ilegal y perder los beneficios que este árbol proporciona podría ser catastrófico para la sostenibilidad de la Amazonia.

¿Cómo podemos contribuir?

Si tenemos la suerte de poseer un trozo de tierra en este planeta, podemos dar prioridad a la plantación de árboles -incluidos los de arriba- para aportar nuestro granito de arena a la lucha contra el cambio climático. Por supuesto, hacerlo bien es clave, así que asegúrate de investigar qué árboles funcionarán mejor en tu entorno local.

También podemos colaborar como voluntarios en programas de plantación de árboles en nuestra localidad. Por supuesto, esto es positivo para el entorno natural, pero también puede ayudar a aumentar nuestra conexión con la naturaleza. 

Apoyar económicamente los proyectos de reforestación que plantan árboles beneficiosos para el clima también es una forma fantástica de ayudar. He aquí algunas organizaciones en las que puedes fijarte:

Conclusión

En nuestro mundo moderno, centrado en el ser humano, es fácil olvidar que la naturaleza puede ser nuestra mejor aliada en los desafíos a los que nos enfrentamos, y el cambio climático no es una excepción. Dejando espacio para que la naturaleza funcione como debe, aumentamos la estabilidad, sostenibilidad y resiliencia de toda la vida en la Tierra.

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