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El número de piscifactorías intensivas en todo el mundo sigue aumentando, y alrededor de la mitad de todos los animales acuáticos que se consumen hoy en día proceden de piscifactorías. La piscicultura no es una solución a la sobrepesca de los océanos, ya que se siguen capturando peces salvajes que sirven de alimento a los peces de piscifactoría. Y si la pesca oceánica es realmente perjudicial para el medio ambiente, también lo es la piscicultura, ya que la contaminación emitida daña las vías fluviales naturales y mata a las poblaciones de animales salvajes. El documental Seaspiracy reveló las graves injusticias humanas, animales y medioambientales asociadas a la industria pesquera, y aquí veremos por qué la piscicultura también es ética y medioambientalmente problemática.
¿Qué Es La Piscicultura?
La piscicultura es la cría de animales acuáticos en cautividad con el único fin de matarlos y comercializarlos para comer. Toda piscicultura es intensiva y conlleva toda una serie de graves problemas de bienestar y medioambientales.
Métodos De Piscicultura Más Utilizados
Dependiendo de la especie que se críe y de los recursos disponibles, se pueden utilizar distintos sistemas.
Sistema de jaulas
Los peces pueden criarse en jaulas sumergidas en un río, arroyo, lago, embalse u océano. Esto significa que todos los productos químicos utilizados para intentar mantener vivos a los peces y todos los residuos que producen van a parar directamente al medio natural, donde afectan a la fauna salvaje. Y, por supuesto, enjaular animales que nadarían de forma natural en los ríos y océanos abiertos causa daños psicológicos que pueden verse en comportamientos estereotipados.
Sistemas de acequias o estanques
Suele ser a menor escala que otros métodos, pero sigue siendo intensivo. Los peces son introducidos en una zanja o estanque lleno de agua y engordados con alimentos artificiales, que a menudo incluyen soja procedente de tierras deforestadas.
Sistemas integrados de reciclaje
En este caso, se colocan grandes tanques de plástico dentro de invernaderos hidropónicos -donde se cultivan plantas sin tierra- y los desechos de los peces alimentan a las plantas. Hay menos daño ambiental con este sistema, pero hay graves problemas de bienestar para los peces que se mantienen dentro de esos tanques de plástico.
La clásica pesca
Si crees que los pescadores salen a pescar peces salvajes, te equivocas. A menudo, los peces se crían a propósito y se sueltan en ríos, lagos y arroyos específicamente para que la gente pueda pescarlos. Es lo mismo que ocurre con la caza del faisán en el Reino Unido, donde las aves se crían a propósito y se sueltan para ser abatidas, o con la «caza enlatada» de leones en Sudáfrica, donde los grandes felinos se crían en grandes recintos para que la gente pueda venir a matarlos. Especies diferentes, misma explotación.
Piscicultura de interior
No todos los peces se crían al aire libre. Al igual que muchos animales criados en granjas industriales -incluidos casi todos los pollos y la mayoría de los cerdos- se introducen en el interior para comodidad del granjero, y puede que nunca experimenten el entorno natural al que pertenecen. Una de las «ventajas» de este sistema, según la industria, es que las densidades de población pueden ser aún mayores, lo que significa que estas piscifactorías pueden tener unas condiciones de hacinamiento increíbles.
¿Cómo Se Mata A Los Peces De Piscifactoría?
Hay varios métodos de sacrificio de peces, pero todos son rudimentarios y causan sufrimiento. La terminología de la industria hace que el proceso de sacrificio parezca benigno, pero cuando se expresa cada uno en lenguaje cotidiano queda claro el impacto que tiene en los animales.
Asfixia por aire
Al igual que nosotros no podemos respirar bajo el agua, los peces no pueden respirar en el aire, por lo que este método permite que los peces mueran asfixiados al aire libre, un proceso que puede durar más de 15 minutos.
Baños de hielo o enfriamiento
Esto significa simplemente morir congelado. Las investigaciones han demostrado que este proceso eleva el cortisol –la principal hormona del estrés en los peces- y los animales permanecen conscientes durante más tiempo que con otros métodos.
Desangrado sin aturdimiento
En este caso, los animales son cortados y desangrados hasta morir sin aturdimiento previo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, «los peces pueden permanecer conscientes durante 15 minutos o más entre el momento en que se cortan los vasos sanguíneos principales y el momento en que pierden el conocimiento. Los cerebros de las anguilas pueden seguir procesando información entre 13 y 30 minutos después de ser decapitadas y algunos peces permanecen conscientes entre 20 y 40 minutos después de la evisceración», es decir, la extracción de sus entrañas.
Aturdimiento por percusión
A veces se aturde a los peces antes de sacrificarlos, y con este método se les golpea en la cabeza hasta que pierden el conocimiento.
Aturdimiento eléctrico
Se trata de la electrocución y puede realizarse dentro o fuera del agua. Aunque probablemente sea la forma menos inhumana de aturdimiento, dista mucho de ser infalible. Si el voltaje o la duración del aturdimiento son insuficientes, el animal puede quedar inmovilizado, pero permanecer plenamente consciente.
¿Por Qué Es Mala La Piscicultura?
Mantener a los animales en sistemas intensivos, lejos de sus hábitats e incapaces de expresar sus comportamientos naturales, provoca sufrimiento. Y sabemos que los peces sienten dolor. Éstas son sólo algunas de las formas en que los animales acuáticos sufren en las piscifactorías:
Manipulación y transporte
Para muchos animales de piscifactoría, la manipulación por las personas induce miedo, y los peces suelen ser manipulados cuando son transportados de los criaderos a las granjas o de las granjas al matadero. Según la Comisión Europea «Durante el transporte, los peces están expuestos a multitud de factores de estrés, como cambios de densidad, estrés por manipulación, movimiento del agua, ruido y vibraciones, y malas condiciones del agua. La exposición a estos factores de estrés de forma simultánea o en rápida sucesión puede inducir un estrés fisiológico grave… El proceso de transporte también puede provocar dolor y miedo en los peces.»
Falta de espacio y condiciones de hacinamiento
Más animales criados equivale a más beneficios económicos, por lo que se hacina el mayor número posible de peces en corrales o jaulas, del mismo modo que se crían intensivamente pollos, ocas, pavos y otros animales. El hacinamiento provoca estrés, permite la propagación de enfermedades y genera grandes cantidades de residuos que tienen un impacto perjudicial en el medio ambiente.
Perturbación lumínica
Se utilizan ciertas medidas para acelerar el crecimiento, de modo que se produzcan peces más grandes y se pueda ganar más dinero. Una de ellas es la iluminación artificial. Se utiliza sobre todo en los criaderos y su finalidad es reducir el tiempo que duermen las crías de pez. Cuando no duermen, comen, y así crecen más rápido y más grandes. Aunque se ha investigado muy poco sobre las implicaciones para los animales, lo que se ha descubierto muestra que el uso de la iluminación en la cría del salmón se asocia con huesos debilitados y posibles deformidades esqueléticas.
Hambre
Antes de someter a los peces a situaciones estresantes -como transportarlos, separarlos en distintos grupos o sacrificarlos- se les puede privar de alimento, a menudo durante dos o tres días, pero a veces hasta dos semanas.
Ceguera deliberada
Hay multitud de cosas terribles que se hacen a los animales en las granjas, pero cegar deliberadamente a los camarones tiene que ser una de las más atroces. Los camarones no son aptos para la cría y muchos de los que se mantienen en cautividad no son capaces de reproducirse. Los granjeros se dieron cuenta de que cortarles los pedúnculos oculares, lo que los ciega, desencadena la maduración de sus ovarios, por lo que cegar a estos animalitos se ha convertido en la norma.
¿Cómo Amenazan Las Piscifactorías Al Medio Ambiente?
La cría de peces supone una carga importante para el medio ambiente natural, por las enfermedades que transmiten a las poblaciones salvajes, la contaminación por productos químicos y residuos, y el impacto en las especies locales cuando los peces no autóctonos se escapan a la naturaleza.
Enfermedades
Los animales de piscifactoría enferman porque su sistema inmunitario se ve comprometido por las condiciones de estrés y porque los patógenos pueden propagarse rápidamente en esas condiciones de hacinamiento. Un ejemplo son los piojos de mar, pequeños crustáceos que se comen vivos a los peces. Es una enfermedad horrible -y terriblemente común- en las granjas. En las piscifactorías de salmón escocesas, una quinta parte de las muertes se deben a la infección de piojos de mar. Pero como los corrales de las piscifactorías están situados en aguas salvajes, estos piojos -y otros patógenos- pueden propagarse desde los animales de piscifactoría enfermos y enfermar también a los salvajes.
Contaminación del agua
Los peces de piscifactoría son tratados con productos químicos agresivos para mantenerlos con vida en esas míseras condiciones. Inevitablemente, estos productos también llegan a las aguas salvajes y las contaminan. La contaminación también procede de los alimentos no consumidos y de los desechos de los peces. Cuando éstos llegan a los cursos de agua, los nutrientes que contienen aumentan el riesgo de proliferación de algas, que agotan el oxígeno del agua, matan la vida acuática salvaje y crean «zonas muertas». Según una investigación de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO, los daños causados por la proliferación de algas han aumentado paralelamente al crecimiento de la piscicultura.
Especies invasoras
Los peces escapan regularmente de las piscifactorías y, cuando lo hacen, no sólo se llevan consigo sus patógenos, sino que pueden causar estragos en el delicado ecosistema local con sólo insertarse en él. Pueden depredar especies autóctonas, acabando con las poblaciones locales, o pueden convertirse en alimento de otra especie, lo que genera un auge de su número y crea un efecto dominó. Bajo las olas existe una compleja red que la piscicultura perturba.
Focas y leones marinos asesinados deliberadamente
Para «proteger» a los peces el tiempo suficiente para llevarlos al matadero, también se mata a los animales salvajes atraídos por el bufé de peces. Esto incluye el asesinato deliberado de nutrias, castores, leones marinos y focas, así como de aves acuáticas como los cormoranes.
Conclusión
La piscicultura es una mala noticia tanto para los peces cautivos como para los salvajes, y provoca el caos en el entorno natural. Pero la buena noticia es que no necesitamos comer pescado, y podemos obtener todos los sabores a pescado que nos encantan y los nutrientes que necesitamos para una salud óptima de los alimentos vegetales. Los ácidos omega-3 del pescado azul que nos recomiendan comer, por ejemplo, pueden encontrarse en las nueces y otros alimentos, así que podemos dejar a los peces en su hábitat natural y ayudar a proteger el medio ambiente.
