La historia del veganismo: ¿por qué la gente empezó a ser vegana?

El veganismo puede ser un concepto relativamente moderno, pero sus raíces son antiguas y globales. Entonces, ¿quiénes iniciaron este poderoso movimiento de justicia social y cuáles fueron sus razones?

¿Qué es el veganismo?

El veganismo es un modo de vida que excluye, en la medida de lo posible, todos los productos animales. Eso significa que los veganos comemos alimentos de origen vegetal y usamos ropa que no proviene de animales, como pieles, cuero, seda y plumas. También significa elegir productos domésticos y artículos de higiene libres de crueldad. Y aunque el veganismo es un concepto bastante reciente, diseñado para proteger mejor a los animales, la historia de comer alimentos de origen vegetal y abstenerse de dañar a los animales innecesariamente se remonta a milenios atrás.

¿Por qué la gente empezó a ser vegana?

Diferentes culturas en diferentes épocas han comido muchas cosas distintas, pero las investigaciones muestran sistemáticamente que nuestros antepasados no sobrevivían con una dieta a base de mamuts lanudos, ¡a pesar de lo que nos dicen las películas! Nuestros antepasados no decidieron «hacerse veganes». Comían lo que era estacional y seguro, y lo que estaba disponible para sus grupos, y a menudo eran plantas.

La elección de convertirse al veganismo es mucho más reciente porque las opciones alimentarias son un desarrollo moderno. Hoy en día, las decisiones de quienes pueden elegir qué comer (ya que no toda la población tiene ese derecho garantizado) están influenciadas por muchos factores: qué es de temporada, lo que está disponible y es asequible, lo que nos gusta, lo que comen nuestra familia y nuestras culturas, la hora del día, el tiempo que tenemos para preparar algo y lo que se comercializa para nosotros. Para un número cada vez mayor de gente, también hay factores adicionales que intervienen en el proceso de toma de decisiones, como el impacto que determinados alimentos tienen sobre los animales, el planeta, nuestra salud y otras personas.

Hoy en día, las personas deciden hacerse veganas por diversas razones, pero la más común es que no quieren causar sufrimiento a los animales, quieren reducir su impacto climático y proteger el planeta, o quieren mejorar su salud.

¿Quiénes fueron los primeros veganos?

¿Hasta dónde debemos remontarnos? Las dietas de nuestros antepasados, vivieran donde vivieran, puede que no fueran veganas tal y como conocemos ese concepto hoy en día, pero en muchos casos estaban basadas en plantas. Y las pistas de las dietas de los primeros humanos están en nuestro propio cuerpo, que, como el de otros primates, está perfectamente adaptado a la materia vegetal, como las frutas y las hojas, junto con alguna que otra lagartija. Dice Rob Dunn, biólogo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y autor de este interesantísimo artículo: «la verdad es que durante la mayor parte de los últimos veinte millones de años de la evolución de nuestro cuerpo, a través de la mayoría de los grandes cambios, comíamos fruta, frutos secos, hojas y algún que otro insecto, rana, pájaro o ratón. Aunque a algunos de nosotros les vaya bien la leche, a algunas personas les vaya mejor que a otras el almidón y a otres les vaya mejor o peor el alcohol, todes tenemos la maquinaria básica para comer fruta o frutos secos sin problemas.»

El arqueólogo Dr. Richard Leakey explica además las razones del predominio vegetal de nuestros antepasados: «No se puede desgarrar la carne con la mano, no se puede desgarrar la piel con la mano, y no habríamos sido capaces de enfrentarnos a las fuentes de alimento que requerían esos grandes caninos». Su teoría sugiere que los humanos recurrieron a la carne animal por necesidad cuando hubo escasez de alimentos básicos de origen vegetal, pero lo más probable es que procedamos de una línea ancestral que basaba su alimentación en las plantas.

Culturas históricas veganas

Entonces, ¿cuándo el ser vegane se convirtió en una elección basada en principios éticos? Gran parte de la información sobre las culturas antiguas y los sistemas de creencias se ha perdido, pero tenemos algunas pistas sobre quiénes podrían haber sido algunas de las primeras personas veganas.

El faraón egipcio Akenatón prohibió el sacrificio de animales, ya que consideraba que era un pecado tomar cualquier vida dada por el dios Atón. Akenatón vivió alrededor del 1300 a.C. y claramente creía en la ética vegana de no causar daño a los animales. 

Y luego estaba Parshvanatha, también conocido como Parsva, un jainista que vivió en la India alrededor del año 800 a.C.. Enseñaba la ahimsa, o no violencia, y era conocido por rescatar a una serpiente que había quedado atrapada en un tronco que ardía en el fuego. ¿Era vegano? No lo sabemos con certeza, pero ciertamente parece que podría haberlo sido.

Y luego está el emperador japonés Tenmu, que prohibió el consumo de carne de vacas, caballos, perros, pollos y monos, y esta decisión llevó a una prohibición de comer carne en Japón que duró 12 siglos.

Culturas indígenas veganas

Muchas culturas indígenas comen a base de plantas, aunque no sean totalmente veganas tal y como definimos esa palabra hoy en día. Un ejemplo es la nación Choctaw. Su pueblo era mayoritariamente vegetariano y elegía construir sus casas con madera, barro, corteza y caña en lugar de pieles de animales. Según la investigadora choctaw Rita Laws, los choctaw apenas consumían carne antes de 1492. Tras la invasión de los europeos, los indígenas empezaron a adoptar una dieta basada en los animales, mientras que los colonizadores se inclinaron por los vegetales. Ella escribe: «La comida principal, que se comía diariamente en ollas de barro, era un guiso vegetariano que contenía maíz, calabaza y frijoles. El pan se hacía con maíz y bellotas. Otros alimentos favoritos eran el maíz asado y las gachas de maíz… Incluso la ropa era de origen vegetal, con vestidos artísticamente bordados para las mujeres y calzones de algodón para los hombres».

Llevar una dieta basada en plantas también era habitual en la antigua Grecia, donde el vegetarianismo estricto se denominaba «abstinencia de seres con alma». Pitágoras (570-495 a.C.) fue un influyente vegetariano que expresó su objeción al maltrato de los animales. El poeta romano Ovidio (43 a.C.-18 d.C.) describió a Pitágoras diciendo: «¡Ay, qué maldad tragar carne en nuestra propia carne, engordar nuestros cuerpos codiciosos atiborrándolos de otros cuerpos, hacer que una criatura viva se alimente de la muerte de otra!». Hoy en día, la fe ortodoxa griega sigue pidiendo a sus seguidores que adopten una dieta vegana durante el periodo de ayuno de la Cuaresma.

Y luego está la aislada sociedad matriarcal Brokpa de Ladakh, en Cachemira. Según la Fundación Sinchi: «Los brokpa creen que el mundo está dividido en tres esferas, una blanca y pura -que es el reino de los dioses-, otra roja -que es el reino de la gente- y otra azul -el reino inferior de los espíritus del agua-. Los tres mundos están conectados por un árbol universal que crece de arriba a abajo y hace posible la comunicación entre ellos. Para alcanzar el reino de los dioses en esta vida terrenal, se anima a evitar cualquier tipo de contaminación y a consumir sólo de la tierra, lo que también les convierte en advenedizos vegetarianos (y a veces incluso veganos) y sorprendentes agrónomos de frutas, avena y verduras orgánicas. Los brokpa son conocidos por sus productos de cebada, patatas, albaricoques, nueces y uvas, y por el arte de hacer vino tinto y blanco, dejando la leche de vaca estrictamente fuera de su dieta durante muchos siglos».

Historia del veganismo en la India

El vegetarianismo y el veganismo en la India tienen sus raíces profundas en la religión. El hinduismo, el budismo y el jainismo enseñan el concepto de ahimsa o no violencia hacia todos los seres vivos. Una de las figuras más influyentes fue el 24º Tirthankar, Vardhaman Mahavira, que vivió hace casi 2.500 años. Consideraba a los hombres y a las mujeres como iguales espirituales y fomentaba la participación de todas las comunidades de la India, y la ahimsa era un elemento absolutamente central en sus enseñanzas.

El contemporáneo de Mahavira fue Buda, otro defensor de la ahimsa, pero hizo una excepción para permitir que los monjes aceptaran la carne que se les daba como limosna. Muchos brahmanes hindúes también adoptaron el vegetarianismo, y la dieta sin carne se extendió a medida que los comerciantes viajaban. En la actualidad, la India cuenta con el mayor número de personas vegetarianas del mundo, y el auge del veganismo está creciendo rápidamente, sobre todo entre les habitantes más jóvenes de las ciudades.

El veganismo hoy

El veganismo moderno no es una religión, aunque algunos fieles de cada una de las religiones más importantes hacen del veganismo una parte central de su devoción. Hoy en día, la gente tiene muchas y variadas razones para hacerse vegana, como por ejemplo: boicotear el sufrimiento y el sacrificio de vidas que conlleva la producción de carne, leche y huevos; proteger mejor su propia salud y la del público en general; reducir su impacto climático; preservar los lugares naturales del mundo; proteger la vida salvaje; y mostrar solidaridad con la gente de todo el mundo.

Al ser una forma de comer tan compasiva, justa y equitativa, el veganismo está creciendo exponencialmente en todos los países del mundo, y eso significa que no hay un solo tipo de vegane. Cada quien llega a él desde su propia perspectiva, por sus propias razones, y comiendo los alimentos de sus propias comunidades y tradiciones. Es una comunidad global maravillosamente diversa, y todes son bienvenides.

¿Por qué Donald Watson creó la dieta vegana?

Donald Watson no creó el veganismo, pero en la década de 1940 le dio un nombre y para él se trataba de acabar con el daño deliberado a los animales. Sin embargo, tuvieron que pasar otros cinco años antes de que se redactara una definición de «veganismo». En ella se definía el objetivo del veganismo como «buscar el fin de la utilización de los animales por el hombre para la alimentación, las mercancías, el trabajo, la caza, la vivisección y por todos los demás usos que impliquen la explotación de la vida animal por el hombre».

Esa definición ha crecido y cambiado a lo largo de los años, y hoy la definición de la Sociedad Vegana dice:

«El veganismo es una filosofía y una forma de vida que busca excluir -en la medida de lo posible y practicable- todas las formas de explotación y crueldad hacia los animales para la alimentación, el vestido o cualquier otro propósito; y por extensión, promueve el desarrollo y el uso de alternativas libres de animales para el beneficio de los animales, los humanos y el medio ambiente. En términos de alimentación, denota la práctica de prescindir de todos los productos derivados total o parcialmente de los animales».

Como pueden ver, no causar daño a los animales, o ahimsa, sigue siendo fundamental para el veganismo, y la alimentación es sólo un aspecto de esta práctica compasiva.

El futuro del veganismo

El veganismo es una forma de comer que se adapta a casi todos los que creen en algo. Para quienes desean proteger a sus familias y comunidades, cuidar de nuestro planeta, compartir los recursos de la Tierra de forma equitativa, proteger la vida silvestre o asegurarse de no causar sufrimiento innecesario a nuestros compañeros animales, el veganismo ofrece la mejor opción. Y como la mayoría de la gente cree en una o más de estas cosas, podemos estar seguros de que el veganismo seguirá creciendo y creciendo.

Pero hay otra razón más apremiante por la que el veganismo es la alimentación del futuro, y es que el futuro de la Tierra puede depender de que nos hagamos veganes. La agricultura animal está detrás de muchas de las crisis medioambientales más perjudiciales, desde el deterioro del clima y la contaminación del agua hasta la deforestación y la desertificación. Instituciones creíbles como la Universidad de Oxford, Harvard y las Naciones Unidas dicen lo mismo: para preservar un planeta sano y habitable, necesitamos comer a base de plantas.

Conclusión

Muchas personas en todo el mundo fueron educadas en la tradición vegetariana o vegana, mientras que muchas otras la han adoptado por elección. Para algunas, esa decisión se toma en la infancia, al relacionar los animales que aman con la carne que tienen en su plato. Para otras, puede llegar más tarde, por razones de salud, o al tomar conciencia de las crecientes catástrofes medioambientales causadas en gran parte por nuestro consumo de carne, leche y huevos.

Pero, tanto si somos veganes desde la infancia, como si lo adoptamos más tarde, el veganismo es adaptable y conveniente para casi todas las personas de todos los orígenes, edades y culturas.

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