La industria de la carne y el cambio climático: cómo afecta a la vida de las personas

Cows stranded on a porch, surrounded by flood waters.
Credit: Jo-Anne McArthur / We Animals Media

Lo que comemos tiene un profundo impacto en el clima, y por eso todas las instituciones medioambientales creíbles nos instan a prestar mucha atención a los alimentos que elegimos. Y lo que recomiendan sistemáticamente es que optemos por alimentos de origen vegetal en lugar de carne, lácteos y huevos. Por eso una dieta basada en plantas es mejor para el planeta, para los animales y para los seres humanos.

Cómo contribuye la industria de la carne al cambio climático

La cría y el consumo de animales es un factor clave del deterioro del clima, según instituciones tan respetadas como la Universidad de Oxford, Harvard y Chatham House. El problema es tan grande porque las emisiones que alteran el clima se liberan en cada etapa del proceso: desde la destrucción de hábitats naturales para crear pasturas, pasando por las emisiones de los propios animales, hasta el proceso de conversión de seres vivos en trozos de carne, que consume mucha energía.

Las principales áreas de la industria que destruyen el clima son

  • El cambio de uso de la tierra, como cuando se talan los bosques para generar pasturas.
  • Las emisiones creadas por la producción y el procesamiento de alimentos para miles de millones de animales.
  • Los procesos en las granjas, como el metano liberado por los rumiantes y la producción de grandes cantidades de residuos.
  • El «procesamiento» de los animales, que en realidad es el sacrificio y la carnicería.
  • El transporte de los animales.
  • Envasado de la carne en contenedores de plástico.

¿En qué medida contribuye el consumo de carne al cambio climático?

La cría y el consumo de productos procedentes de animales es responsable de al menos el 14,5% de todas las emisiones que cambian el clima, lo que supone mucho más de lo que provoca la producción de alimentos de origen vegetal. Es incluso más que las emisiones de todos los coches, autobuses, barcos, aviones y trenes del planeta.

Esta es una de las razones por las que los investigadores de la Universidad de Oxford afirman que ser vegano es la forma más importante de ayudar al planeta.

¿Cómo se miden las emisiones de la carne?

Joseph Poore, que dirigió el estudio de la Universidad de Oxford, analizó los aspectos medioambientales de los distintos alimentos, teniendo en cuenta los diferentes sistemas de cultivo de todo el mundo. Llegó a la conclusión de que casi todos los alimentos procedentes de animales -carne, pescado, leche y huevos- son peores para el planeta que casi todos los alimentos elaborados a partir de plantas. La carne de vaca, el cordero y el queso son los peores, pero la carne de pescado, de cerdo y de pollo también están en la lista. La leche de vaca es tres veces peor que la de soja.

¿Cómo afecta el cambio climático causado por la industria cárnica a la vida de las personas?

Los impactos del descalabro climático están empezando a sentirse. Desde la hambruna en Madagascar hasta las mortales inundaciones en Brasil, y desde las olas de calor en Norteamérica y Asia hasta la inseguridad alimentaria en las islas del Pacífico, la gente ya está experimentando consecuencias que ponen en peligro su vida. Los incendios forestales destruyen hogares, los índices de enfermedades contagiosas aumentan en algunas partes del mundo y los refugiados climáticos son inevitables.

¿Puede el cambio a la alimentación vegana ayudar a reducir las emisiones?

Cambiar a una dieta vegana es probablemente lo más impactante que podemos hacer para reducir nuestras emisiones. El estudio de la Universidad de Oxford reveló que eliminar la carne y los productos lácteos de nuestra dieta podría reducir nuestra huella de carbono individual derivada de la alimentación hasta en un 73%.

¿Cómo ayuda al cambio climático comer menos carne?

Se necesita mucha menos tierra y menos recursos para cultivar alimentos de origen vegetal que para producir carne y lácteos. Una de las razones es que los animales de granja necesitan comer muchos cultivos pero producen muchas menos calorías en su carne o leche de las que consumen. Eso significa que todos esos cultivos -y la tierra en la que se cultivaron, y el agua que necesitaron- se desperdician. Chatham House califica todo el proceso de producción de carne de «asombrosamente ineficiente«. En lugar de alimentar a nueve mil millones de personas con alimentos de origen vegetal, estamos alimentando a 70 mil millones de animales de granja con alimentos de origen vegetal, y luego los matamos y obtenemos muchas menos calorías y proteínas como resultado. Es una forma miope, imprudente y bastante estúpida de alimentar al mundo. Y una cosa que no es: sostenible.

La industria de la carne y el cambio climático: preguntas frecuentes

¿Tienen las alternativas de carne y lácteos de origen vegetal un menor impacto climático?

Sí, lo tienen. La leche de vaca es tres veces peor que la leche de soja, y todos los demás productos animales son peores que todos los productos vegetales, excepto, quizás, el chocolate. Elegir alimentos de origen vegetal es el camino a seguir. Consulta esta investigación, que está en inglés y tiene muy buenos gráficos al respecto.

¿Más sostenible significa más saludable?

Sí y no. Es más sano para el planeta, y eso tiene importantes implicancias para nuestra propia salud, pero que algo sea vegano no significa que sea bueno para nosotros. Ejemplo: el helado vegano. Delicioso, sí. ¿Saludable? No tanto. Sin embargo, si elegimos una dieta integral basada en plantas, podemos obtener lo mejor de ambos mundos.

¿Afectan las condiciones de cultivo y producción a las emisiones de la carne y los productos lácteos?

Hay variaciones entre los distintos sistemas de cultivo y en diferentes partes del mundo, pero la conclusión es que la carne y los lácteos son menos sostenibles que los alimentos vegetales. De hecho, Poore descubrió que la leche de vaca más sostenible seguía siendo peor para el planeta que la leche de soja menos sostenible.

¿Cuánta carne debemos comer?

Nada en absoluto. Podemos obtener todos los nutrientes que necesitamos para vivir una vida larga y saludable sin consumir carne, lácteos o huevos. De hecho, al no consumir estos productos, reducimos el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diabetes de tipo 2 y algunos tipos de cáncer.

¿La carne de vaca consume más recursos que otros alimentos?

En términos de uso de la tierra, el cordero y el carnero consumen tantos recursos como la carne de vaca, y el queso y la leche ocupan el tercer y cuarto lugar. La carne de vaca es también el peor alimento en cuanto a emisiones climáticas, aunque algunas estimaciones sitúan también a los camarones en ese lugar. La realidad es que toda la carne, incluida la de cerdo y la de pollo, tiene un impacto medioambiental desproporcionado, y haríamos bien en evitarla.

¿Por qué hay quien dice que la producción de carne de vaca contribuye poco a las emisiones?

La carne de vaca es el mayor contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la alimentación, con mucha ventaja. Los únicos que pueden restarle importancia son los que tienen intereses asociados. 

¿Se puede producir carne de vaca de forma más sostenible?

La verdad es que no. Los problemas de la carne de vaca se dan a lo largo de toda la cadena de producción, desde el desbroce del terreno para el pastoreo hasta el sacrificio y el envasado. Y, como grandes rumiantes, la cantidad de metano que producen es importante y grave. Reducir el metano es la forma más rápida de frenar el calentamiento climático, según las Naciones Unidas, por lo que recomiendan un cambio hacia una alimentación basada en plantas, empezando por dejar de consumir carne de vaca.

¿Debemos dejar de comer carne de vaca para frenar el cambio climático?

No sólo carne de vaca. Tenemos que dejar de comer todos los animales y los productos que se obtienen de ellos. 

¿Comer menos carne de vaca sería malo para el empleo en el sector agroalimentario?

No. Se necesitan más trabajadores para cultivar alimentos vegetales que para trabajar en las granjas de animales. El cambio a la alimentación vegetal sería bueno para el sector agrícola, así como para el planeta y los animales.

Conclusión

La mayoría de las personas hemos experimentado los inicios del cambio climático, desde los graves fenómenos meteorológicos hasta los cambios en la flora y la fauna que nos rodean. Para algunas personas, los impactos ya han sido devastadores. No hay duda de que debemos actuar, y la forma más rápida de reducir nuestras propias emisiones es cambiar lo que comemos, empezando por los mayores emisores de metano: carne de vaca, cordero, cabra, queso, cerdo y camarones.

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