¿Cuáles son las peores cosas para el medioambiente?

Está claro que estamos en problemas. La temperatura promedio de la superficie terrestre actual es aproximadamente 1.2 °C más alta que antes de la Revolución Industrial, hace unos 200 años. Es más cálida que en cualquier otro momento de los últimos 100.000 años, y lamentablemente esto solo empeora. La última década ha sido la más cálida jamás registrada, y cada una de las últimas cuatro décadas ha sido más cálida que cualquier década anterior desde 1850. Con el aumento de inundaciones, incendios y muertes relacionadas con el calor, es más importante que nunca reconocer qué está causando el colapso climático y buscar formas de revertirlo.

Pero la crisis climática es solo una de las tres grandes crisis ambientales interconectadas que enfrentamos, junto con la crisis de la contaminación y la crisis de la biodiversidad. Cuando pensamos en cómo ayudar al planeta, debemos tenerlas en cuenta. Entonces, ¿cuáles son los principales culpables ambientales y qué necesitamos cambiar para que el planeta pueda sanar y prosperar?

¿Volar es malo para el medio ambiente?

Volar es sin duda perjudicial para el clima. De hecho, es una de las actividades con mayor intensidad de carbono que podemos realizar, aunque en realidad es responsable de solo el 2.5 % de las emisiones globales de carbono. Esa cifra es baja porque el 90 % de la población mundial no vuela cada año y el daño lo causa principalmente el pequeño porcentaje de personas más ricas que pueden permitírselo. Sin embargo, a medida que aumentan los ingresos a nivel global, las emisiones por aviación inevitablemente también aumentarán.

Para quienes sí vuelan, dependiendo de cuán lejos y con qué frecuencia, esta actividad puede representar una parte significativa de su huella personal de carbono. Por ejemplo, con un solo vuelo de ida y vuelta de larga distancia, podríamos ser responsables de 1.68 toneladas de emisiones de CO₂. Pero para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5 °C, se estima que cada persona debería tener un presupuesto anual de sólo 1.5 toneladas de CO₂.

¿Los combustibles fósiles son perjudiciales para el medio ambiente?

La extracción y quema de combustibles fósiles, como ocurre al volar, conducir, en la industria, la agricultura, o al calefaccionar y enfriar nuestros hogares, es la causa número uno del cambio climático. Esta práctica es la que impulsa la mayor parte del calentamiento del planeta, y con ello, todos los problemas humanitarios, ambientales y éticos que se derivan.

La cantidad de combustibles fósiles que utiliza una persona varía enormemente entre países: Oriente Medio y América del Norte generan las mayores emisiones por persona, mientras que India, Filipinas, Pakistán y Bangladesh están entre los que generan menos.

  • Electricidad y calefacción: 29,7 %
  • Carne, huevos y lácteos: 14,5 %
  • Transporte: 13,7 %
  • Construcción: 12,7 %

Fuentes: World Resources Institute y National Institutes of Health.

Criar animales para obtener carne, leche y huevos genera más emisiones climáticas que todo el sistema de transporte global combinado, incluidos aviones, trenes, autobuses, autos, camiones y barcos.

Y el daño no se detiene ahí: la ganadería industrial también es una de las principales responsables de las otras dos crisis ambientales que enfrentamos: la crisis de la contaminación y la crisis de la biodiversidad.

La crisis de la contaminación

Según las Naciones Unidas, la contaminación del aire es la principal causa de enfermedades y muertes prematuras en el mundo, con más de siete millones de personas que fallecen cada año por esta causa.

Una vez más, la quema de combustibles fósiles es una de las principales fuentes para calefacción, transporte, energía e industria, pero la ganadería también tiene un rol importante. Más de 168 gases se emiten como resultado de los desechos en las granjas industriales, incluidos químicos peligrosos como amoníaco, sulfuro de hidrógeno y metano.

La calidad del aire en los alrededores de las granjas intensivas (de donde proviene casi toda la carne que se consume) suele ser muy baja. Un estudio sugiere que estas emisiones son responsables de 17,900 muertes al año solo en EE.UU.

Además de contaminar el aire, la ganadería contamina el agua, especialmente ríos, lagos y océanos. Alrededor del 78 % de la eutrofización global de agua dulce y marina (es decir, la acumulación de nutrientes contaminantes que generan mortales floraciones de algas) es causada por la agricultura animal.

Debido al daño que provoca, esta contaminación del agua también es uno de los principales impulsores de la crisis de biodiversidad.

La crisis de la biodiversidad

Las poblaciones de animales silvestres están cayendo en picada: el 73 % se ha perdido desde 1970, y esto se debe enteramente a la actividad humana. La principal causa es la destrucción de hábitats para dar lugar a la agricultura animal, y criar animales para obtener carne, leche y huevos es el mayor impulsor de la deforestación en la Amazonía brasileña.

Esto ocurre porque se destruyen bosques vírgenes para dar paso al pastoreo de vacas destinadas a la carne y para cultivar soya, que luego se envía a granjas industriales en todo el mundo como alimento para animales.

Otros factores clave en este colapso de la biodiversidad también están relacionados con lo que comemos, incluyendo la contaminación de cuerpos de agua con desechos animales y la extracción masiva de peces, con billones de ejemplares sacados de los océanos cada año.

¿Cuál es la mejor acción que podemos tomar por el planeta?

Hay muchas cosas que podemos hacer a nivel individual para reducir nuestro impacto climático: repensar cómo calefaccionamos nuestros hogares, cómo viajamos y cuánto consumimos innecesariamente. Pero si consideramos todas las crisis ambientales (el cambio climático, la contaminación del aire y el agua, y la pérdida de biodiversidad) hay una acción que destaca por encima del resto.

El investigador de la Universidad de Oxford que lideró el estudio más grande hasta la fecha sobre el impacto ambiental de nuestra alimentación llegó a esta conclusión: Evitar el consumo de carne y lácteos es la acción individual más importante para reducir nuestro impacto en la Tierra.

¿Cómo ayuda al medio ambiente una alimentación basada en plantas?

Adoptar una alimentación basada en plantas reduce en un 75 % las emisiones climáticas, la contaminación del agua y el uso de la tierra. Al tener un impacto mucho menor y requerir muchos menos recursos que la producción de carne, huevos y lácteos, este tipo de alimentación permite que el clima se enfríe, que las aguas se limpien y que la vida silvestre prospere.

Por todas estas razones, una alimentación basada en plantas es la mejor acción que podemos tomar por el planeta.

¿Liste para hacerte vegan?

Hazte vegan

¿Ya eres vegan?

¡Actívate!