Las especies silvestres del planeta están en crisis. Las poblaciones de animales han disminuido en un promedio de casi el 70% desde 1970, una caída provocada enteramente por la actividad humana. Pero, ¿qué hay detrás de este descenso y qué podemos hacer para proteger la vida silvestre en el futuro?
Los eventos de extinción masiva en el mundo
Ha habido cinco eventos de extinción masiva antes, pero ninguno fue causado por una sola especie. El primero ocurrió hace unos 443 millones de años, provocado por una era de hielo. Eliminó entre el 60 y el 70% de todas las especies, en su mayoría habitantes del océano, como trilobites, braquiópodos constructores de arrecifes y algunos briozoos.
El segundo tuvo lugar hace 252 millones de años y diezmó muchas especies marinas, incluyendo casi todos los corales. Fue causado por el cambio climático.
El tercer evento de extinción masiva (y hasta ahora el mayor) ocurrió hace 250 millones de años y acabó con el 95% de todas las especies, incluidas la mayoría de las marinas, así como insectos y otros animales terrestres. La ciencia cree que la causa fue el calentamiento global asociado a enormes erupciones volcánicas.
En el período Triásico tardío, hace 200 millones de años, se produjo el cuarto evento de extinción masiva, nuevamente desencadenado por enormes erupciones volcánicas. Eliminó muchas especies marinas como esponjas, bivalvos y cefalópodos, así como insectos y vertebrados.
El quinto ocurrió hace 65 millones de años, provocado por un asteroide que impactó la Tierra. Mató a muchas especies marinas y terrestres, incluidos todos los dinosaurios no aviares.
En cuanto al sexto evento… bueno, puede que lo estemos viviendo ahora.

¿Estamos en la sexta extinción masiva?
Fuera de los eventos de extinción masiva, siempre han existido extinciones, pero los científicos coinciden en que la tasa actual es cientos o incluso miles de veces mayor que la tasa natural. Lamentablemente, eso significa que podríamos estar entrando en la sexta extinción masiva del mundo.
¿Qué está impulsando las extinciones?
Hoy en día existen unas ocho millones de especies en la Tierra, y al menos 15,000 están amenazadas de extinción. Un análisis de 2,000 estudios globales identificó varios impulsores significativos, la mayoría vinculados a los alimentos que consumimos. Las principales causas son:
- Destrucción de hábitats
- Caza
- Contaminación tóxica
- Cambio climático

Destrucción de hábitats y extinciones
Es evidente que si destruimos hábitats, destruimos también a sus habitantes. Actualmente se destruyen casi seis millones de hectáreas de bosque al año, y los principales impulsores de esto son la producción de carne vacuna, la soja para alimentar animales de granja y el aceite de palma. Es crucial proteger la tierra y devolver la mayor cantidad posible a la naturaleza. La ganadería para carne, leche, huevos y pescado usa el 83% de las tierras agrícolas pero nos proporciona solo el 18% de las calorías y el 37% de las proteínas que consumimos. Si adoptáramos una alimentación basada en plantas, liberaríamos tres cuartas partes de la tierra utilizada actualmente y podríamos revertir la crisis de biodiversidad.
Caza, pesca y extinciones
Aunque el mayor impacto sobre las especies silvestres es la destrucción del hábitat, “los cazadores humanos que matan animales activamente siguen empeorando la situación”, dice el escritor científico Matt Gross. Él cita el primer gran estudio mundial sobre disminuciones causadas por la caza, que muestra que en zonas cercanas a humanos, los mamíferos se reducen al 17% de su población natural y las aves al 42%. En cuanto a las especies acuáticas, la industria pesquera mata billones de animales al año, y un tercio de las poblaciones marinas están actualmente “sobreexplotadas”, es decir, se las mata más rápido de lo que pueden reproducirse. A esto se suma la “captura incidental”: millones de animales como ballenas, delfines, tortugas y rayas que son atrapados y muertos junto con los peces objetivo.

Contaminación tóxica y extinciones
Uno de los problemas de criar 70 mil millones de animales al año para el consumo humano es que hay nueve veces más bocas que alimentar que si los humanos comieran directamente plantas. Para alimentar a todos esos animales se deben cultivar enormes cantidades de cereales, y para ello se utilizan grandes cantidades de químicos tóxicos. El uso de pesticidas se ha más que duplicado desde 1990, por lo que no sorprende que la población mundial de insectos esté disminuyendo un 2% al año. Su pérdida impacta significativamente a mamíferos, anfibios, peces y aves. A esto se suma que los desechos tóxicos generados por miles de millones de animales de granja provocan la muerte masiva de animales acuáticos.
Cambio climático y extinciones
A medida que el clima del planeta cambia, los animales salvajes enfrentan una gran presión, como ya ocurrió en eventos anteriores de extinción masiva. Un meta-análisis reveló que las extinciones se acelerarán rápidamente si la temperatura global supera los 1.5°C, algo que ya parece muy probable. Dependiendo de la rapidez y firmeza con que actuemos para frenar el colapso climático, podríamos perder un tercio de las especies del planeta. Algunas desaparecerán por la pérdida de hábitat debido al aumento del nivel del mar, otras perderán su fuente de alimento, y muchas simplemente no podrán sobrevivir en condiciones climáticas diferentes. Los principales impulsores del cambio climático son el uso de combustibles fósiles y el consumo de carne, pescado, huevos y lácteos.

Cómo detener las extinciones de vida silvestre
- Reducir la cantidad de tierra utilizada para producir nuestros alimentos, devolviéndola a la naturaleza. Esto significa alimentarse a base de plantas.
- Evitar la caza y la pesca, así como la compra de productos relacionados, como trofeos o aceites de pescado.
- Disminuir el uso de químicos tóxicos comprando productos orgánicos cuando sea posible, y evitando el uso de pesticidas en nuestros jardines.
- Reducir el uso de combustibles fósiles mediante una alimentación basada en plantas, reduciendo los vuelos en avión, consumiendo menos y usando transporte público en lugar del automóvil.
Es devastador enterarse de estas graves disminuciones en las poblaciones silvestres y notar la pérdida de fauna y de cantos de aves incluso en nuestras propias comunidades. Hay mucho que podemos hacer para revertir esta situación, y cada una de nosotras tiene un papel poderoso que desempeñar. Pero requiere que cambiemos la forma en que comemos.