10 razones por las cuales no comer pavo en la Navidad

The annual Celebration for the Turkeys at Farm Sanctuary. Credit: Jo-Anne McArthur / We Animals Media

En esta temporada de fiestas, queremos defender la idea de una navidad sin carne: por los animales, por el planeta, por las personas trabajadoras, por tu propia salud y por la salud de las personas de todo el mundo. Sigue leyendo para descubrir cómo una pequeña decisión alimentaria puede crear un enorme efecto dominó.

¿Qué tiene de malo comer pavo?

Está bastante claro que comer pavo es malo para los pavos, aunque la mayoría de la gente no se da cuenta de lo malo que es, y tampoco sabe que también es malo para nosotras y para el planeta. Si te preocupas por tu salud, por la salud global, por reducir el sufrimiento en el mundo o por proteger nuestro planeta de los impactos del cambio climático -¿y a quién no le importa una o más de esas cosas? – entonces sigue leyendo para saber por qué abogamos por elegir alimentos de origen vegetal esta Navidad.

¿Cuántos pavos se matan cada año para estas fechas?

Para estas fechas se sacrifican millones de pavos, todos matados sólo para una comida en un día.

¿Sienten dolor los pavos?

Por supuesto que sí. Se les cría en condiciones espantosas, cuando se los transporta en camiones a largas distancias hasta el matadero y cuando se los mata sin protección de la leyes, sufren. Les quitamos su alegría, su libertad, su sensación de seguridad y sus vidas. Por eso, hoy invitamos a la gente a preguntarse: ¿Qué sentimos al quitarle tanto a un animal para demostrar nuestra gratitud por todo lo que tenemos?

10 razones por las que no deberías comer pavo

Hay muchas razones para celebrar sin pavo esta Navidad. Aquí están nuestras diez principales.

1. Los pavos son individuos

Cuando consideramos números tan grandes como millones, es fácil olvidar que cada uno de esos animales es un individuo con su propia personalidad, preferencias, comportamientos y habilidades. Sólo cuando llegamos a conocer a aves individuales, como las rescatadas y que ahora viven a salvo en santuarios, nos hacemos una idea de lo diferentes que son estas aves entre sí, como los perros, y como los humanos. Así que conozcamos a un pavo que fue rescatado milagrosamente en Acción de Gracias. Se trata de Tutu.

Tutu es amistosa y extrovertida, audaz y muy curiosa. Y es muy parlanchina, emitiendo pitidos y chirridos mientras se dedica a explorar el santuario y a pasar tiempo con sus amigos. Vive en Farm Sanctuary, al norte del estado de Nueva York.

2.Los pavos tienen sentimientos

Con la personalidad y la individualidad vienen los sentimientos, tanto las sensaciones físicas como la sensibilidad emocional. Y la privación emocional de los pavos comienza incluso antes de que hayan salido del cascarón. Las aves son madres increíbles y los pavos -como muchas otras especies- se comunican con sus crías cuando los polluelos están todavía en su caparazón. El vínculo que forman ayuda a sus polluelos a sentirse seguros y protegidos. Pero los pavos criados en instalaciones industriales son incubados lejos de sus madres. En su primer día de vida fuera del cascarón, se les mete en cajas y se les envía en largos viajes a las granjas. La mayoría se crían en el interior sin nada que ocupe sus brillantes mentes. Nunca podrán buscar comida o explorar. Nunca podrán mostrar sus comportamientos naturales. Puede que no sepan exactamente lo que se pierden, pero saben con certeza -ya que los pollitos a su alrededor sucumben y mueren en las duras condiciones- que la suya no es una vida feliz.

3. Los pavos son mantenidos en ambientes de alto estrés y en malas condiciones

Ningún animal merece vivir en una granja industrial. La cría de pavos se basa en el principio de «amontonarlos y venderlos baratos», pero se trata de seres vivos, no de latas de frijoles. Como la actividad física requiere energía y la energía requiere alimento, no se les da a las aves ningún lugar al que ir ni nada que hacer para no desperdiciar ni una pizca de alimento. Y para los pájaros que naturalmente viven en pequeñas bandadas, estar amontonados con otros miles es muy estresante. Puede hacer que las aves se lastimen unas a otras. Pero en lugar de mejorar su vida para que no se lastimen entre sí, los granjeros suelen mutilar a las aves -cortando el extremo afilado de sus picos- para reducir el daño que causan cuando el estrés las lleva a agredirse. Debido al entorno estéril y superpoblado, las enfermedades y lesiones son habituales. El tratamiento médico individual es imposible y antieconómico, por lo que millones de pavos sufren hasta la muerte allí mismo, en las naves.

4. Condiciones de trabajo peligrosas en las granjas de pavos

Las granjas industriales también son lugares terribles para las personas. A menudo las CAFO (Operaciones Concentradas de Alimentación de Animales) están situadas en las zonas rurales más pobres. Las personas que  trabajan ahí reciben salarios de miserables y están expuestas a muchos peligros. Cuando se trata de la cría de pavos (y pollos), las personas trabajadoras son especialmente susceptibles de sufrir enfermedades respiratorias. El polvo de las unidades contiene moho y otros microorganismos, que pueden hacer enfermar a las personas que están allí cumpliendo su trabajo. Se sabe que la exposición a estas partículas suspendidas en el aire (conocidas como «polvo avícola») provoca o agrava el asma, la bronquitis crónica, la enfermedad obstructiva crónica de las vías respiratorias (EPOC), la alveolitis alérgica y el síndrome tóxico por polvo orgánico (STPO). El personal también está expuesto al amoníaco y al sulfuro de hidrógeno procedentes de los excrementos de las aves, que también pueden afectar negativamente a su salud, al tiempo que contaminan el medio ambiente. 

5. Los pavos son molestados y abusados sexualmente

Los animales de granja se crían de forma selectiva para que tengan características de valor comercial. En el caso de los pavos, eso significa una pechuga grande. Pero estos atributos deseados casi siempre tienen un coste para el bienestar de los animales. En el caso de los pavos, el peso extra ejerce presión sobre su sistema óseo, causando deformidades en las patas, fracturas óseas y dolor de por vida. El gran tamaño de las pechugas también significa que no pueden aparearse de forma natural. Por eso se emplean «ordeñadores de pavos». El «operador» mantiene las patas de los machos separadas, mientras el «ordeñador» masajea la zona para recoger el semen. No hay absolutamente nada natural en comer pavo. 

6. Métodos de sacrificio inhumanos

Es extraordinario que la Ley de Métodos Humanitarios de Sacrificio, que intenta minimizar el importante trauma infligido en el sacrificio, no se aplique a los pavos (o a los pollos, patos, gansos o cualquier otra ave). No hay duda de que el sacrificio causa un sufrimiento inimaginable a estas sensibles aves. Pueden estar encadenadas por sus patas ya dolorosas o rotas, plenamente conscientes. El proceso de aturdimiento falla con demasiada frecuencia, y un sinnúmero de aves van al cuchillo, experimentando cada momento de su muerte. Es totalmente inhumano, pero es la norma en muchos paises.

7. Riesgos para la salud de comer pavo

Hay muchos patógenos asociados al pavo, como el clostridium perfringens, el campylobacter y la salmonela. Estos pueden causar diarrea, fiebre y calambres estomacales, y pueden durar unas horas o unos días. Incluso pueden ser mortales. ¿Por qué arriesgarse?

8. Los pavos pueden traer problemas de salud a las personas humanas

Aunque las intoxicaciones alimentarias son, en el mejor de los casos, desagradables, hay una amenaza mucho mayor para nuestra salud que proviene de la cría de estas aves. Las condiciones en las que se crían los pavos y los pollos, y el hecho de que sus sistemas inmunitarios sean tan débiles, hacen que los virus puedan arraigar, circular y mutar con facilidad. Los expertos creen desde hace tiempo que la próxima pandemia mundial podría provenir de una granja «avícola». Ya existen virus aviares que se han transmitido a las personas a través de las granjas industriales, y que tienen una tasa de mortalidad del 60%. Si estos virus siguen mutando -lo que ocurrirá- será sólo cuestión de tiempo que este virus descubra cómo transmitirse más fácilmente de persona a persona.

9.  La cría de pavos contribuye a la resistencia a los antibióticos

Cuando hacemos un mal uso y un uso excesivo de los antibióticos, anunciamos el día en que dejen de funcionar. Es muy sencillo: Cuanto más usamos los antibióticos, más se acostumbran las bacterias a ellos y encuentran formas de vencerlos. Lo sabemos desde hace mucho tiempo y, sin embargo, seguimos permitiendo que estos preciosos medicamentos que salvan vidas humanas se administren en grandes cantidades a los animales de granjas. ¿Por qué somos tan imprudentes como para hacer eso? Bueno, hay dos razones. En primer lugar, porque las enfermedades proliferan en las terribles condiciones de las granjas industriales, y estos medicamentos son lo único que mantiene a esas pobres criaturas con vida el tiempo suficiente para alcanzar el peso de sacrificio. La segunda razón es que estos medicamentos tienen un efecto secundario lucrativo: hacen que los animales crezcan más rápido. Nuestras vidas se arriesgan literalmente por la carne barata.

10. Puedes sustituir el pavo por otras opciones deliciosas

Lo entendemos. Las tradiciones familiares significan mucho. También lo son para nosotras. Pero el trozo de pavo en el plato es una pequeña parte de alguien muy maravilloso. Una comida de Navidad sin animales se parece mucho a cualquier otra: hay relleno, puré de papas, ensalada de manzana, romeritos, panecillos, salsa de arándanos, postres deliciosos y todas las demás cosas que te gustan, todas ellas hechas a base de plantas, por supuesto. Y, lo más importante: seguirás estando con las personas que más significan para ti, jugando, riendo, o haciendo las cosas que hacen que el día sea tan especial para ti. Nada de lo que significa el día desaparece. Si sustituyes el pavo por un pavo vegano de sabor casi idéntico, o eliges un centro de mesa diferente como una calabaza rellena, un solomillo de champiñones o una coliflor entera asada, disfrutarás del día igualmente. Y sabiendo todo lo que sabemos sobre la realidad de la cría del pavo tal vez incluso podremos disfrutar más.

Conclusión

En estas fechas, hagamos algo más que hablar de gratitud, amor y paz; tomemos decisiones que hagan visible a las demás especies, protejan sus derechos, reduzcan su dolor y los protejan de las enfermedades. Podemos dar un significado real a este importante día y ayudar a crear un mundo por el que los demás también puedan estar agradecidos y en paz.

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