5 Elecciones Alimenticias Amigables con la Vida Silvestre

Los impactos de nuestras elecciones alimenticias en la vida silvestre son más amplios de lo que podríamos imaginar. Mientras que problemas ambientales como la deforestación y los pesticidas pueden llamar nuestra atención, a menudo esta conciencia y preocupación no se traduce en elecciones alimenticias que realmente marcarían la diferencia para la vida silvestre del mundo.

Y necesitamos actuar. El Informe Planeta Vivo reveló una devastadora disminución del 69 por ciento en las poblaciones de vida silvestre en los últimos 50 años. Y muchos científicos ahora creen que estamos entrando en un sexto evento de extinción masiva, debido a nuestro continuo uso insostenible de la tierra, el agua, la energía, y los efectos resultantes en el cambio climático. La agricultura animal ha desempeñado un papel desproporcionado en causar estas crisis y es hora de que los consumidores exijan un cambio. Podemos hacer esto todos los días con nuestras elecciones alimenticias.

1. Evitar los Productos de Origen Animal

Eliminar los productos de origen animal de nuestros platos es lo mejor que podemos hacer por la vida silvestre.

Para permitir que la vida silvestre prospere debe haber un hábitat saludable para ellos, pero la carne y los lácteos son especialmente ávidos de terreno. Necesitan vastas extensiones de territorio y la vida silvestre es expulsada. Si combinamos la tierra de pastoreo global con la cantidad de tierras de cultivo utilizadas para alimentar a los animales, los animales de granja utilizan el 80 por ciento de todo el espacio para la siembra agrícola. Sin embargo, incluso con toda esta tierra, la carne, los lácteos y los peces de cultivo proporcionan solo el 17 por ciento de las calorías que se consumen en el mundo y el 38 por ciento de la proteína.

Si todas las personas adoptaran una alimentación basada en plantas necesitaríamos solo una cuarta parte de esta tierra para proporcionar suficiente comida para todo el mundo. Eso significa que enormes extensiones podrían devolverse a su estado natural, liberando hábitats saludables en los que la vida silvestre y las plantas puedan prosperar.

Elegir alimentos basados en plantas es lo mejor que podemos hacer por la vida silvestre.

Agricultura Extensiva o Intensiva: ¿Cuál es Mejor para la Vida Silvestre?

La cría de animales al aire libre (extensiva) requiere vastas extensiones de pastizales para el pastoreo. Muchos consumidores creen que los productos de animales alimentados con pasto son mejores para el medio ambiente y la vida silvestre, pero a menudo los pastizales se crean al talar ecosistemas complejos como los bosques tropicales y destruir el hábitat natural de muchos animales salvajes, insectos y flora.

Si los animales son criados intensivamente en granjas industriales (como la mayoría de los 80 mil millones de animales criados cada año), se requieren cantidades enormes de alimento para ellos. Eso debe cultivarse en tierras que se ven obligadas a tener una productividad máxima mediante vastos conjuntos de productos químicos. Tal agricultura intensiva y monocultivo es terrible para la vida silvestre. Y porque estamos alimentando a 80 mil millones de animales de granja en lugar de a siete mil millones de personas, necesitamos mucho más alimento y mucha más tierra.

El daño a la vida silvestre no termina con la pérdida de hábitat y la intoxicación química. Los animales de granja también producen enormes cantidades de desechos y cantidades insostenibles de estos terminan en ríos y océanos, causando muertes masivas de peces, floraciones de algas asfixiantes y zonas muertas en el océano. La carne, los huevos y los lácteos son perjudiciales tanto para la vida silvestre acuática como para la terrestre.

La cría de vacas para carne o lácteos es perjudicial para las vacas, el clima, nuestros lugares salvajes y la vida silvestre.

2. Comprar Responsablemente es Mejor que Comprar Localmente

Local no siempre significa sostenible y responsable. Y cuando hablamos de vida silvestre, todo se trata de qué alimentos se producen, no de dónde provienen. Aquí hay algunos ejemplos del mundo real:

  • La carne de res Hereford producida localmente y de crianza libre puede sonar mejor que las vacas criadas en un corral de engorde intensivo, pero aún no es buena para la vida silvestre. Probablemente significa que se han talado setos y árboles para el pastoreo, destruyendo hábitats para la vida silvestre. Como mínimo, hay enormes cantidades de desechos producidos por las granjas de carne que envenenan los cursos de agua, así como emisiones de metano que están contribuyendo al cambio climático. Y, como sabemos, el cambio climático es una fuerza impulsora detrás del declive de la vida silvestre.

En lugar de elegir estos alimentos destructivos, podemos buscar frutas, verduras, legumbres y granos orgánicos y de temporada, así como los productos elaborados a partir de ellos. Entendemos que esto no es fácil para todas: nuestro sistema alimentario actual no permite que las opciones saludables y sostenibles sean asequibles para todas las personas, por lo que depende de quienes pueden permitirse tomar buenas elecciones.

Renunciar a los productos de origen animal es una excelente manera de proteger la vida silvestre y con el dinero extra ahorrado al no comprar carne cara, podemos buscar productos vegetales más sostenibles y amigables con la vida silvestre.

3. Evitar los Alimentos que Causan Deforestación

No es difícil ver por qué la deforestación es mala para la vida silvestre. Todas hemos visto videos desgarradores de orangutanes luchando por salvar los últimos restos de su hábitat natural mientras se talan bosques para pastizales o aceite de palma.

Una de las cosas más poderosas que podemos hacer todos los días como consumidores es dejar de apoyar los productos que causan deforestación, como la carne de res, los lácteos y el aceite de palma. Muchas personas también creen que la soya es un gran problema y tienen razón: la producción de soya causa deforestación, pero el problema no es que va al consumo humano, pues más del 77 por ciento de toda la soya cultivada se utiliza en realidad para alimentar animales en las granjas, lo que convierte el comer carne y animales en el mayor problema.

La carne es un factor clave de la deforestación

4. Apoyar a los Agricultores Responsables

Es un momento difícil para los agricultores que intentan hacer lo correcto. Las fuerzas del mercado, el comercio global, las políticas agrícolas a corto plazo y más han creado un sistema en el que es difícil para ellas y ellos cuidar de la vida silvestre y su ecología local y al mismo tiempo ganar lo suficiente para sobrevivir. Por lo tanto, es importante como consumidores responsables apoyar a los agricultores que están tratando de hacer las cosas bien.

Creemos que la agricultura vegánica es el futuro de la producción de alimentos sostenibles. Es un sistema de producción que no utiliza ningún insumo animal o productos químicos artificiales, y es verdaderamente una forma sostenible, de bajo impacto y ética de producir alimentos. Puedes encontrar más información sobre la agricultura vegánica y la creciente red de agricultores veganos en Estados Unidos y Reino Unido aquí.

Si bien los productos veganos aún no están ampliamente disponibles, los consumidores conscientes de la vida silvestre que tienen la opción pueden optar por productos vegetales y elegir orgánicos siempre que sea posible.

5. Estar Atenta a la Publicidad Engañosa

Nuestro sistema alimentario, especialmente la agricultura animal, se ha vuelto más capitalista que nunca. La comida ya no es solo una forma de nutrir y mantener cuerpos saludables, es una mercancía global, comercializada por la industria de la agricultura animal, que vale billones de dólares. Hoy en día, alrededor del 99 por ciento de todos los animales en las granjas de los Estados Unidos son criados en granjas industriales, para que se maximicen las ganancias obtenidas de sus cuerpos. Todo se trata de dinero para las corporaciones, no de comida saludable para nosotras y el planeta.

La realidad de esto para los animales, tanto en granja como salvajes, es horrible, pero las compañías nunca quieren que sepamos la verdad, ya que podría hacer que cambiemos nuestros comportamientos al momento de comprar. Por lo tanto, utilizan elaboradas tácticas de marketing y esquemas de acreditación dudosos para vender sus productos como sostenibles, amigables con la vida silvestre o éticos, cuando en realidad, lo contrario es cierto.

Conclusión

De lejos, lo mejor que podemos hacer por la vida silvestre es dejar de comer productos de origen animal: carne, lácteos y huevos. Simplemente no hay una forma comercialmente viable de criar animales para el consumo humano que sea sostenible para la vida silvestre: requiere demasiada tierra, agua y cultivos, al mismo tiempo que contamina los ecosistemas locales e impulsa el cambio climático.

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