Veganismo y masculinidad

Por Joseph Stratton

La masculinidad es un concepto complejo, que no se comprende lo suficiente ni se representa adecuadamente en nuestra sociedad. Se la define, a menudo con razón, con términos como «masculinidad tóxica» y se la representa con las llamadas acciones «machistas» de ciertos hombres, hombres que no encarnan las verdaderas características de lo que significa ser masculino. Pero esto podría cambiar. Con una modificación radical en la forma en que la sociedad entiende la masculinidad, así como un cambio en la forma en que los hombres se entienden a sí mismos, creo que la situación puede transformarse. 

Hace poco hablé con Anthony Mullally, ex campeón de la liga de rugby reconvertido en entrenador de bienestar, y le pregunté qué significaba para él la masculinidad. Mi principal conclusión fue que la masculinidad genuina consiste en demostrar cuidado y compasión, y en utilizar la fuerza y el poder para crear entornos positivos y libres de juicios para uno mismo y para les demás. 

También creo que el veganismo, entre otras intervenciones, puede formar parte de un camino poderoso y saludable. Es una forma en que los hombres pueden empezar a encarnar rasgos positivos de masculinidad y expresarlos a través de sus elecciones y acciones cotidianas.

Entender La Masculinidad

Como seres humanos, encarnamos características tanto de lo masculino como de lo femenino, independientemente del género, por lo que es importante reconocer estos términos como fluidos en lugar de rígidos. Esto nos permite comprender y analizar mejor los rasgos masculinos y separar lo sano de lo tóxico.

Desgraciadamente, mucha gente entiende actualmente la masculinidad como la del hombre de las cavernas, es decir, que no se puede ser masculino sin poseer cualidades como la fuerza física, el poder, la capacidad de dominar a los demás, cazar y/o comer seres vivos, y tomar lo que se quiere sin miedo a las consecuencias. 

Sin embargo, Anthony me dijo que, aunque esas características de los hombres de las cavernas pueden haber sido útiles para la supervivencia en un momento dado, no son aplicables en el mundo moderno. Los hombres a menudo confundimos la fuerza en sí con la forma en que puede utilizarse sobre los demás, o con lo físicamente dominantes que podemos ser.

La Masculinidad Tóxica Y El Papel De La Publicidad Tóxica

La masculinidad tóxica es un término común que se utiliza a menudo con razón. Numerosos individuos en el mundo realizan acciones dañinas, y es evidente que su motivación proviene de una interpretación tergiversada de la masculinidad.

Sin embargo, la opinión de Anthony es que no deberíamos calificar la masculinidad de tóxica, sino que podríamos decir que hay rasgos tóxicos exhibidos por los hombres que empañan la masculinidad con un pincel de toxicidad. La masculinidad está donde está debido a problemas sociales, en gran parte causados y repetidos por los hombres, pero ¿cómo se supone que vamos a mirar hacia un futuro mejor si la masculinidad se convierte en un concepto malo por defecto? Abordar esta cuestión es redefinir la masculinidad para los hombres y mostrar cómo encarnar los aspectos positivos de la masculinidad, como la compasión, el amor, el cuidado y la protección de los vulnerables.  

Se trata de una cuestión muy compleja que no estoy totalmente capacitado para abordar, pero lo que sí sé es que no se ha culpado lo suficiente a las empresas, a las que se ha permitido de forma irresponsable hacer publicidad de productos nocivos, de una forma que reproduce todos los estereotipos negativos de la masculinidad.

La carne y los lácteos, entre otros productos, se han comercializado durante mucho tiempo de forma agresiva hacia los hombres, y los anuncios de los años 90 y principios de los 2000 estaban escandalosamente sexualizados. Las empresas de comida rápida hicieron todo lo posible por situar al hombre macho y masculino en el centro del mundo y a la mujer como un objeto, que debe consumirse de la misma manera desenfadada que las hamburguesas o los perritos calientes. 

Un ejemplo notable es la campaña publicitaria «Hombres viriles» de la cadena de comida rápida Carl’s Jr. En estos anuncios, la empresa presenta a hombres robustos y masculinos devorando sus hamburguesas carnosas, o a mujeres presentando los productos a los hombres, de forma exagerada y a menudo sexualmente sugerente. Como se sugiere en este artículo, este tipo de campañas son terribles tanto para las mujeres como para los hombres. Alimentan la idea de la masculinidad cavernícola, que convence a los hombres de que necesitan y merecen ser dominantes, y tomar todo lo que quieran, sin ninguna consecuencia.

Para entenderlo mejor, recomiendo ver Carnage, de Simon Amstel, una película muy informativa, fácil de ver y entretenida.

Las Consecuencias De Los Rasgos Tóxicos De La Masculinidad

Creo que los rasgos tóxicos de la masculinidad han contribuido a llevarnos por el camino del consumo excesivo, la dominación de otras especies y el daño a las mujeres y a los grupos LGBTQIA+. También nos ha llevado a perder nuestra conexión con el mundo natural y ha profundizado una crisis silenciosa en la salud mental de los hombres.

Las grandes empresas, que han extraído todo lo que han podido del planeta para obtener beneficios, han estado tradicionalmente dirigidas por hombres que encarnan rasgos tóxicos de masculinidad. Y esto es cierto en el caso de Big Ag, que promueve dietas ricas en carne para los hombres que están causando un gran daño al planeta, así como a la salud de esos consumidores. 

Los hombres también se perjudican a sí mismos al encarnar rasgos tóxicos de masculinidad. Al dar prioridad a la fuerza y la dominación, nos cerramos a las redes de apoyo y nos olvidamos de compartir con los demás cómo nos sentimos realmente. A menudo, las consecuencias, como la depresión, las autolesiones e incluso el suicidio, llegan antes incluso de que los hombres reconozcan lo que está ocurriendo. 

No puedo hablar de la experiencia de las mujeres o de las personas LGBTQIA+, pero como hombre cisgénero, sé que los hombres debemos hacer más, debemos comunicarnos más eficazmente entre nosotros sobre cómo es un comportamiento aceptable y ser una voz de apoyo para amigos, familiares y colegas.

Como hombres, es hora de dar un paso atrás y analizar cómo nuestra masculinidad puede estar afectando a nuestras propias vidas, a las vidas de los demás y al planeta. Abandonar la carne es un buen punto de partida. Créeme, o mejor dicho, confía en Anthony Mullally: no te hará menos «hombre».

Carne Y Masculinidad

Para entender la relación entre la masculinidad (en su sentido tradicional, cavernícola) y la carne, tenemos que retroceder un poco.

Antes del capitalismo, la comida era sólo comida, cultivada localmente por la gente que la comía, y consumida como medio para disfrutar y mantenerse con vida. Pero, como todo, se convirtió en una parte más de nuestro mundo comercializado, una mercancía que podía hacer ganar mucho dinero a la gente. De repente, la comida se comercializaba para nosotros, igual que los electrodomésticos o la ropa. 
Las empresas cárnicas y lácteas se dieron cuenta de que sexualizando su publicidad y situando los rasgos problemáticos de la masculinidad en el centro de su marketing, podían vender más productos a los hombres. Es probable que esto haya contribuido a que los hombres coman un escandaloso 57% más de carne que las mujeres. No porque lo necesiten, sino porque sienten que deben hacerlo y que es adecuado para ser fuertes, machos y dominantes. ¿Por qué? Porque las empresas cárnicas llevan décadas metiendo esta idea en la cabeza de los hombres.

Masculinidad Y Salud

Los hombres suelen pensar que su salud es sólo física. Muchos hombres ni siquiera saben que están experimentando problemas de salud mental, y esto es peligroso. Los problemas de salud mental no controlados pueden conducir a la toma de decisiones negativas, a autolesiones e incluso al suicidio. Aunque la incidencia de la depresión en los hombres es menor que en las mujeres, en el Reino Unido representan el 77% de todas las muertes por suicidio.

Hay una falta de voluntad para buscar atención médica y una falta de comunicación abierta y honesta entre los hombres sobre cómo se sienten. A los hombres se les dice desde pequeños que la masculinidad significa mostrar fortaleza («los chicos no lloran») y que mostrar tu dolor o sufrimiento es de débiles, cuando está claro que compartir tus sentimientos, tener relaciones sólidas y redes de apoyo, y cuidar de tu salud física, todo ello puede favorecer una buena salud mental. Por esta razón, es más importante que nunca que desafiemos la concepción convencional y anticuada que tienen los hombres de la masculinidad.

La opinión de Anthony es que la salud no es sólo física, sino que abarca la mente, el cuerpo y el espíritu, y sólo cuando empezamos a cuidar todos estos aspectos, podemos empezar a romper las barreras viriles y construir la base más sólida de salud masculina que podamos. Aunque no sustituye a las intervenciones de salud mental como la terapia, hacerse vegano es una forma maravillosa de iniciar este viaje.

Veganismo Y Masculinidad

Sería exagerado decir que comer carne está en el centro de todos los problemas de masculinidad de nuestra sociedad, pero creo que ha tenido un impacto mucho mayor de lo que la mayoría de la gente piensa. El veganismo, entre otras intervenciones, puede llevarnos a comprender mejor los rasgos positivos de la masculinidad, como la compasión hacia los demás, el cultivo de nuestra salud física y mental, y la protección de los más vulnerables que nosotros.  

Está claro que el veganismo fomenta una salud física positiva: Anthony es un brillante ejemplo de ello. Pero la masculinidad tradicional ha impedido que los hombres busquen consejo médico, mientras que la publicidad dirigida de las empresas cárnicas los ha llevado a comer alimentos que aumentan su riesgo de enfermedades crónicas. El veganismo nos pone de nuevo en contacto con nuestra salud y rompe las barreras masculinas que nos hemos puesto para cuidar de nosotros mismos. 

El veganismo también nos anima a conectar más con la naturaleza, lo que está demostrado que mejora la salud mental. Nos muestra que nosotros, como humanos, no somos el centro del planeta y que todos los seres vivos merecen estar y prosperar aquí. También nos abre a tener compasión por todos los seres vivos y los sitúa en pie de igualdad, lo que facilita que extendamos esa misma compasión a nosotros mismos. 

La masculinidad convencional que vemos en tantos hombres se ve desafiada por los principios del veganismo y creo que los hombres necesitan esta intervención ahora más que nunca.

Recursos Útiles

Si tienes problemas de salud mental y quieres hablar con alguien, busca ayuda profesional. Esto se puede hacer a través de tu médico, mientras que plataformas como Better Help ofrecen opciones de terapia asequibles, completamente libres de juicios y de fácil acceso. 

Si has leído esto y quieres probar el veganismo, los desafíos veganos de GenV son un gran lugar para empezar. Earthling Ed también produce contenidos excelentes y a menudo aborda la relación entre la carne y la masculinidad.

Grupos en el Reino Unido como Talk Club, ofrecen la oportunidad de hablar con otros hombres y a menudo realizar una actividad física. Los grupos de conversación para hombres son cada vez más populares, así que no dejes de buscar uno cerca tuyo.

Y el propio Anthony dirige retiros de bienestar en los que los hombres pueden conectar, sumergirse en la naturaleza, profundizar en prácticas de crecimiento, fomentar nuevas hermandades y volver a conectar con su yo más auténtico.

En Latinoamérica puedes encontrar apoyo en estos lugares: 

Talleres de deconstrucción de masculinidades en Argentina

Taller “Masculinidades y confusión”, online desde Argentina

Taller y contenido sobre Nuevas masculinidades en Argentina por Privilegiados.
Entrevista a Luciano Fabbri: ¿Qué mundo nos dejaron? Escúchala aquí

Cuenta sobre violencia de género en México: Amigo date cuenta

Conclusión

La masculinidad es compleja y, como sociedad, debemos reconocer en qué fallan los hombres y por qué. Pero en lugar de juzgar a los individuos y a nosotros mismos, tenemos que fomentar la encarnación de rasgos masculinos positivos como la compasión y la protección de los que no tienen voz y los vulnerables. Abrazar el veganismo puede ser un paso transformador en este proceso. Mostrar compasión por los animales que están siendo dominados por los humanos puede ser un valioso espejo ante nosotros mismos y mostrarnos cómo extender esa compasión a nosotros mismos, a otros humanos y al planeta. El veganismo también nos da la oportunidad de empezar a abrazar nuestra salud, y reduce en gran medida el riesgo de los hombres de padecer enfermedades crónicas y problemas de salud mental. Mi principal conclusión de todo esto es que dejar la carne no es un signo de debilidad, sino una oportunidad para encarnar una forma de masculinidad más sana y compasiva, que es mejor para todes.