Celiaquía y veganismo

¿Qué es la celiaquía?

La celiaquía es una afección en la que el consumo de gluten provoca que el sistema inmunitario de una persona ataque sus propios tejidos. Esto daña el revestimiento intestinal y reduce la capacidad del organismo para absorber los nutrientes correctamente. Entre el 1% y el 2% de la población española padece esta enfermedad, cuyos síntomas son muy molestos. Incluyen diarrea, hinchazón, dolor abdominal, pérdida de peso involuntaria y fatiga.

¿Es lo mismo la celiaquía que la intolerancia al gluten?

No. A menudo se confunden, pero la enfermedad celíaca es una afección autoinmune, mientras que la intolerancia al gluten es una sensibilidad al gluten. Aunque los síntomas pueden ser muy parecidos, hay más personas con intolerancia al gluten que con celiaquía. 

¿Se puede curar la celiaquía? 

No existe cura para la enfermedad celíaca, pero puede controlarse mediante la alimentación, lo que significa específicamente evitar el gluten.

¿Qué alimentos contienen gluten?

El gluten es una proteína que se encuentra en tres tipos de cereales: trigo, centeno y cebada. Las personas celíacas deben evitar cualquier alimento elaborado con estos cereales. Eso significa que no deberían consumir: 

• Pan, pasteles y muchos productos de panadería hechos con harina de estos cereales.
• Pasta hecha con trigo
• Muchos cereales de desayuno 
• Muchos alimentos precocinados, incluidas algunas salsas y condimentos
• Cerveza

La avena no contiene gluten, pero a menudo se contamina con gluten de trigo, centeno o cebada durante el proceso de molienda. Esto se denomina contaminación cruzada.

¿Qué es el veganismo?

El veganismo consiste en evitar cualquier producto creado mediante la explotación y el daño a los animales. Esto significa: carne, pescado, productos lácteos (leche, queso, yogures, crema, helados), huevos y miel, así como cualquier producto que contenga estos ingredientes. En cambio, las personas veganas se alimentan de la riqueza del reino vegetal: verduras, frutas, alubias, lentejas, hierbas, ensaladas, frutos secos y semillas, así como todos los productos elaborados a partir de ellos. Muchos productos veganos, como las hamburguesas, los perritos calientes, las gambas, el pollo frito, la mayonesa, el helado y el queso veganos, tienen el mismo aspecto y sabor que sus homólogos de origen animal, lo que demuestra la versatilidad de las plantas.

¿Por qué la gente se hace vegana?

Hay muchas razones por las que la gente elige ser vegana. Para muchas, la explotación de los animales es una cuestión de justicia, y no comerán alimentos que cuestan la vida a otros. Otres reconocen el profundo daño que la agricultura animal hace al planeta, en términos de cambio climático, contaminación del agua y el aire, deforestación, pérdida de especies salvajes, eutrofización y zonas muertas en los océanos. Boicotean esta industria imprudente y destructiva para proteger nuestro hogar común. Y algunas personas eligen una dieta basada en plantas por su propia salud, porque todas las carnes procesadas provocan cáncer, las carnes rojas son «probablemente cancerígenas«, los lácteos están implicados en un mayor riesgo de cáncer y muchos productos animales contienen grasas saturadas perjudiciales para el corazón. Les veganes, en cambio, tienden a sufrir menos enfermedades cardíacas, diabetes y algunos tipos de cáncer. Por supuesto, ¡muchos de nosotres somos veganes por todas estas razones!

¿Se puede ser vegane teniendo celiaquía?

Se puede, pero sin dudas requiere un poco más de pensamiento y planificación que ser simplemente vegane o tener sólo la enfermedad celíaca. Dado que tanto los productos de origen animal como el gluten se encuentran en muchos alimentos, cuando una persona celíaca se hace vegana, es posible que la variedad de marcas o productos a su disposición se reduzca notablemente.

Si podemos cocinar desde cero, las cosas resultan más fáciles. Del mismo modo, si nuestra tienda de cercanía dispone de una buena gama de productos sin gluten, es probable que también encontremos bastantes que sean veganos. Al fin y al cabo, muchas marcas reconocen la necesidad de crear productos sin gluten que se adapten a múltiples mercados, por lo que fabrican productos sin gluten que también son a base de plantas.

A la mayoría de la gente le cuesta adaptarse, pero hay muches veganes que padecen la enfermedad celíaca y demuestran que es totalmente posible.

Consejos para ser vegane con la enfermedad celíaca

1. Elige alimentos similares

La mayoría de nosotres dependemos de algunos alimentos precocinados muchos días de la semana, así que tómate un poco de tiempo para encontrar artículos básicos de despensa como pan, pasta y cereales para el desayuno que sean veganos y sin gluten. Elige leche de soja en lugar de leche de avena (a menos que encuentres leche de avena sin gluten) y dedica algo de tiempo a leer las etiquetas para saber qué productos te convienen. Lo mejor es hacerlo sin prisas y cuando no estés con hambre y cansancio.

2. Cocina

Si tienes tiempo para cocinar desde cero, podrás controlar mejor los ingredientes que ingieres. Sabrás que los pancakes que desayunas están hechos con harina de trigo sarraceno, o que el guiso que preparas para cenar está espesado con mantequilla de cacahuete, no con almidón de maíz contaminado con gluten. Cocinar por tandas puede eliminar parte del estrés de cocinar desde cero, y significa que no necesitas encontrar tiempo para hacer comidas completas todos los días.

3. Encuentra tu tribu

Ten certeza de que no eres la única persona vegana y celíaca, así que únete a grupos en línea donde puedas conectar con otras personas. Allí encontrarás una gran cantidad de experiencias y conocimientos, y conocerás a mucha gente que puede sugerirte productos, trucos y consejos.

4. Inspiración culinaria

No hay duda de que ser vegane con celiaquía puede ser un desafío, pero si puedes encontrar un canal de comida o un creador de recetas que te guste, pueden aliviar la tensión de muchas ingestas. Prueba estos sitios de recetas para empezar: Soy celíaco, no extraterrestre; Eat Plant-Based, Rebel Recipes y The Simple Veganist.  

5. Ten a mano tentempiés

Todas las personas somos propensas a tomar malas decisiones cuando tenemos hambre. Cogemos una bolsa de cualquier cosa si eso hace que nuestro estómago deje de rugir, incluso si nos hace sentir mal o culpables unos momentos después. Prepárate para el éxito teniendo a mano tentempiés veganos sin gluten. 

6. Planifica con antelación

Si sabes que te espera una semana ajetreada, tómate tu tiempo para prepararte. ¿Puedes asegurarte de que el congelador está repleto de comidas? Si vas a viajar, ¿puedes preparar una bolsa de snacks para llevar contigo? Y antes de salir, tómate un tiempo para buscar restaurantes donde comer bien. Los restaurantes vegetarianos y veganos suelen indicar qué opciones son sin gluten, lo que los convierte en una gran opción para comer fuera. Consulta la app o la web HappyCow para encontrar tu tienda o restaurante vegano-vegetariano más cercano.

7.  ¡Concéntrate en la abundancia!

Es fácil obsesionarse con las cosas que no podemos tener, pero si centramos nuestras energías y nuestra atención en todas las cosas que sí podemos, encontraremos alegría y satisfacción. A menudo nos limitamos a repetir las mismas comidas o alimentos probados y comprobados, pero hay mucho más disponible en el mercado si lo buscamos. No tengas miedo de probar cosas nuevas. 

8. Date un gustito

Hay varios emprendimientos de suscripción veganas sin gluten en las que recibirás cada mes una caja con deliciosos productos seleccionados a mano. Si puedes permitirtelo (o tal vez pedirlo como regalo de cumpleaños), siempre tendrás algo delicioso que esperar y podrás descansar de leer etiquetas.

9. Sé amable contigo misma

Tanto las personas que recién incursionan en el veganismo como aquellas que ya tienen años de recorrido cometen errores, y cuando se necesita una alimentación sin gluten, las posibilidades de cometer deslices pueden aumentar. Si comes algo que contiene productos animales por accidente o porque no has encontrado otra cosa, no te culpes. No vivimos en un mundo perfecto. Si lo hiciéramos, y pudiéramos diseñar un sistema alimentario desde cero, podríamos asegurarnos de que hubiera muchos alimentos asequibles, deliciosos, sanos, de origen vegetal y sin gluten a nuestra disposición. La realidad es que tenemos que elegir entre lo que se comercializa a nuestro alrededor. Así que, si tienes un mal día, sé amable contigo misma. Y no dejes que sea una razón para rendirte.

---