¿Qué es la sintiencia y por qué es tan importante reconocer a los animales como seres sintientes?

Image from Pia B on Pexels

Un ser sintiente es un ser consciente y con intereses específicos, que tiene la capacidad de tener experiencias y acumularlas y en base a ellas tomar decisiones que le competen para garantizarse el bienestar y la supervivencia. Dentro del ámbito de la filosofía, el término sintiencia se diferencia desde el siglo XVIII de la razón. La sintiencia hace referencia a la capacidad de experimentar sensaciones y tener percepciones subjetivas acerca del mundo que nos rodea. Estas sensaciones y experiencias pueden ser comprendidas por quien las vive como positivas o negativas, y en base a eso modificar hábitos o acciones. 

El sensocentrismo es un criterio ético que sostiene que las entidades moralmente considerables son aquellas con capacidad de sentir. Las posiciones antropocentristas han utilizado el criterio de la sintiencia para separar a los animales humanos de los que no lo son, defendiendo la supremacía de los seres humanos en base a su capacidad de tener experiencias y consciencia. Los intereses de los seres humanos contarían más que los de otros seres por ser entidades dotadas de sintiencia.

¿Es el ser humano el único ser sintiente?

Leyendo con detenimiento la definición anterior, podemos inducir que todos los animales tienen sintiencia. Tomemos el caso de los animales domésticos. El adiestramiento suele realizarse en base a estímulos de premio y castigo, mediante los cuales logramos que esos animales modifiquen su comportamiento. Es decir: esos animales están teniendo una experiencia subjetiva que decodifican como positiva (premio) o negativa (castigo) y actúan en consecuencia. Tal vez, en animales menos parecidos a los humanos, es decir, en todos aquellos que no son mamíferos, se vuelve un poco más confuso el concepto, en especial porque estamos mucho menos habituades a decodificar las formas de comunicación de dichos seres. Y por eso, durante años este ha sido un debate tanto en instancias filosóficas como de las ciencias biológicas.

¿Qué dice la ciencia?

En julio de 2012 se dio a conocer la Declaración de Cambridge respecto de la consciencia. En Inglaterra se reunió un grupo internacional de neurocientíficos, neurofarmacólogos, neurofisiólogos, neuroanatomistas y neurocientíficos de la computación para reexaminar los sustratos neurobiológicos de la experiencia consciente y otros comportamientos relacionados en seres humanos y animales no humanos.

Uno de los prejuicios que querían estudiar era la afirmación de que solo aquellos animales que poseen neocortex (algunos mamíferos, y en especial los del género homo) tienen la capacidad de sentir placer y dolor, y por lo tanto de tener intereses y de ser sujetos a considerar moralmente.

La investigación comparativa en este campo tiene un obstáculo que es la incapacidad de los animales no humanos, y a menudo de los mismos humanos, para comunicar sus experiencias subjetivas de manera clara e inteligible. No obstante, algunos de los acuerdos a los que arribó este grupo científico fueron:

  • La excitación artificial de las mismas regiones cerebrales genera conductas y estados emocionales correspondientes tanto en animales humanos como no humanos.
  • Las aves parecen ofrecer, en su conducta, neurofisiología y neuroanatomías, un caso destacado de evolución en paralelo de la conciencia. Evidencia de niveles casi humanos de conciencia han sido observados de manera espectacular en los loros grises africanos.
  • La declaración finaliza así: 

“La ausencia de un neocórtex no parece impedir que un organismo pueda experimentar estados afectivos. Hay evidencias convergentes que indican que los animales no humanos poseen los sustratos neuroanatómicos, neuroquímicos y neurofisiológicos de los estados de consciencia, junto con la capacidad de mostrar comportamientos intencionales. En consecuencia, el peso de la evidencia indica que los humanos no somos los únicos en poseer la base neurológica que da lugar a la consciencia. Los animales no humanos, incluyendo a todos los mamíferos y aves, y otras muchas criaturas, entre las que se encuentran los pulpos, también poseen estos sustratos neurológicos”.

En este link pueden escuchar la lectura de las conclusiones consensuadas en esta Declaración, en las voces de sus protagonistas.

A partir de esta declaración científica tenemos bases fundamentadas para decir que los animales de todas las especies son seres sintientes.

¿Qué criterios son útiles para evaluar la sintiencia de otros seres?

La extendida posición antropocéntrica de sostener que solo los seres humanos son conscientes y capaces de tener experiencias subjetivas de dolor o placer, está muchas veces sostenida en el supuesto de que no podemos acceder al contenido mental y subjetivo de los animales porque no tenemos esos medios de comunicación con ellos. Esto, lejos de ser una afirmación sensata, nos llevaría de lleno a un terreno donde podría decirse que un bebé humano no es un ser sintiente porque no podemos comunicarnos efectivamente con él, o que una persona con alguna discapacidad que le impida comunicar con claridad sus experiencias y sensaciones, tampoco es un ser sintiente. Peligroso, ¿verdad?

Dentro de las numerosas investigaciones científicas, desde el campo de la biología hasta el de la etología (ciencia que estudia el comportamiento animal) hay varias cosas que podemos saber para determinar si los animales tienen o no consciencia. Por ejemplo, en este artículo, hay evidencia científica acerca de que los animales vertebrados experimentan emociones y estados mentales. 

Algunos criterios que podemos tener en cuenta para evaluar la sintiencia son: 

1. El comportamiento:

Ante diferentes estímulos que nos provoquen dolor o placer, nuestro comportamiento cambia. El modo de movernos, el quedarnos o irnos, el adoptar posiciones defensivas, gritar, gemir, etc. Los animales tienen este tipo de comportamiento todo el tiempo. Asimismo, hay comportamientos que no son una respuesta inmediata al estímulo, sino parte de un proceso de aprendizaje que se mantiene en el tiempo. Las habilidades cognitivas se pueden definir como los procesos mediante los que la información del entorno se percibe, procesa, transforma, retiene y luego se utiliza para tomar decisiones y actuar. Por ejemplo, algunas especies de pulpos utilizan otros elementos de su entorno como conchas, piedras o fango como escondite en caso de peligro inminente. También se ha comprobado que los pulpos cambian de guarida si han tenido algún estímulo doloroso en su escondite

Pero no solo ante el dolor o el placer podemos corroborar la sintiencia de los animales, sin en todo momento de su vida. De hecho, la condición para mantenerse con vida de cualquier ser es la respuesta al entorno: actuar de una manera o actuar de otra. Comer o no comer; correr o no hacerlo, esconderse o salir a explorar; retener orina o expulsarla; y así miles de comportamientos cotidianos que los animales deciden o no realizar según la lectura que hagan de las condiciones de su entorno. La etología es la ciencia que estudia la conducta animal. ¿Cómo lograrían esto los animales si no tuvieran consciencia? 

2. Consideraciones evolutivas:

La existencia de seres con consciencias se explica por un aumento de sus capacidades de sobrevivir y por ende, de heredar sus genes a nuevas generaciones perpetuando la especie. La consciencia requiere una inmensa cantidad de energía para los organismos, pues si esta no fuera necesaria para garantizar la supervivencia, sería un incordio más que una ventaja. Los humanos utilizamos más del 20% de nuestra energía en procesos conscientes. La proporción es parecida en otros animales. En seres que no requieren de la toma de decisiones constantes por su modo de vida, como las plantas o los hongos, que por ejemplo, no se desplazan, este gasto de energía no tiene razón de ser. 

3. Fisiología:

La mera posesión de un sistema nervioso no es una condición suficiente para la sintiencia si el sistema nervioso no está centralizado. A día de hoy solamente sabemos que un sistema nervioso centralizado es necesario para la sintiencia. A su vez, los sistemas nerviosos en diferentes especies son muy variados y de diferentes complejidades y de grados de centralización. Entonces, ¿qué otros criterios fisiológicos nos ayudan en este análisis? La existencia de químicos que funcionan como analgésicos en ciertos animales solo se explican si esos animales experimentan dolor. Un gran número de invertebrados con sistemas nerviosos centralizados simples también secretan estas sustancias. Otro criterio que refuerza la idea de sintiencia es La nocicepción: la detección de estímulos sensoriales nocivos o potencialmente nocivos. Hay organismos que poseen sustancias nociceptoras que transmiten esta información. Para determinar que esto tiene que ver con la percepción del dolor, necesitamos un cerebro que al día de hoy, la ciencia desconoce las condiciones estructurales para decodificar la información de la nocicepción como dolor. Sin embargo estas sustancias en los animales no cumplen ninguna otra función, lo que nos hace sospechar, aún sin un aval científico hasta hoy, que están ahí para proteger a esos organismos de experiencias dañinas. 

Conclusiones

Al día de hoy no existen mecanismos científicos que determinen con exactitud qué es la consciencia, cómo se produce y cómo funciona. Sin embargo, sí hay ciertos consensos acerca de la capacidad de sentir que tienen los animales no humanos. Este tema no es menor ya que dependiendo de la consideración que tengamos como sociedad de los animales, las actitudes aceptables en relación a ellos cambiarían. La legislación de muchos países aún considera a los animales como cosas. Nuestras leyes son el fiel reflejo de ciertos consensos sociales, responden a intereses determinados y fueron escritas en momentos específicos de la historia. Con la evidencia científica disponible y con una actitud de mayor humildad, empatía y amor hacia los seres vivientes que nos rodean, ¿no crees que ya es hora de convencernos de que los animales sienten y debemos respetarlos y garantizarles vidas dignas? Si bien estamos todavía muy lejos de este objetivo, ya que hay miles de millones de animales confinados en crueles granjas industriales, que estos debates estén siendo reavivados en países como México y Argentina es un buen síntoma.

¿Liste para hacerte vegan?

Hazte vegan

¿Ya eres vegan?

¡Actívate!