Este blog contiene algunos detalles angustiosos.
En el mundo de los invertebrados, como las langostas, el dolor apenas empieza a explorarse y comprenderse. Estos animales han sufrido mucho por ello, ya que hasta hace poco se daba por sentado que no podían sentir dolor, debido a que no muestran exactamente los mismos signos que nosotres, o que un perro, por ejemplo. Y se investigaba muy poco para averiguar lo que pueden sentir.
Así que se les hacían -y se les siguen haciendo- cosas horribles, como hervirlos vivos, arrancarles las tenazas o partirlos por la mitad mientras aún están con vida, todo bajo la falsa idea de que no pueden sentir nada. La ciencia está demostrando ahora que estos increíbles animales son claramente capaces de experimentar y recordar el dolor, por lo que es hora de poner fin a estas prácticas para siempre.
¿Qué clase de animal es la langosta?
La langosta es un animal complejo, con un estilo de vida intrincado, que no deberíamos consumir y al que deberíamos dejar en paz para que desarrolle sus extraordinarios 100 años de vida. Pertenecen al grupo de los crustáceos y se pueden encontrar más de 100 tipos de langosta en todo el mundo. Las más comunes son la langosta americana y la europea, que viven en sus respectivas orillas del océano Atlántico. Ambos tipos se «capturan» sin descanso y son algunas de las especies acuáticas más comúnmente capturadas en el planeta.
Las langostas son sensibles
A pesar de su aspecto duro, las langostas son animales extremadamente sensibles y delicados. Como no pueden ver ni oír muy bien, su sentido del tacto está muy desarrollado gracias a los miles de pelos diminutos que sobresalen de los huecos de sus caparazones. Las langostas son hiper sensibles a los cambios de temperatura y viajan hasta 160 km sólo para encontrar la temperatura adecuada del agua para reproducirse.
Las langostas no entran en shock
Los zoólogos han descubierto que, a diferencia de los humanos y otros animales, el sistema nervioso de las langostas no se apaga cuando se exponen a un dolor o sufrimiento extremos. Cuando se las arroja a una olla de agua hirviendo, pueden tardar entre 35 y 45 segundos en morir, y cuando se las descuartiza, su sistema nervioso puede permanecer activo hasta una hora. Sin conmoción, estas experiencias deben ser insoportablemente dolorosas.
PETA fue la primera organización que filmó en secreto en una fábrica de procesamiento de langostas. Descubrieron que cortaban las langostas y los cangrejos por la mitad, los empalaban en pinchos metálicos, les sacaban las entrañas y les arrancaban las pinzas sin aturdimiento ni anestesia. El video es terriblemente angustioso, y se ve con claridad que los animales sobreviven hasta una hora después del desmembramiento.
Las langostas no envejecen
Bueno, no en el sentido humano de la palabra. Las langostas pueden llegar a vivir más de 100 años, pero no parecen sufrir ninguna merma de fuerza y vitalidad a medida que envejecen. Sin embargo, no son animales inmortales. Las langostas crecen mudando el caparazón, lo que requiere mucha energía. Eventualmente, a medida que crecen, mueren por gastar demasiada energía en este proceso.
Las langostas sienten dolor
Las investigaciones han comprobado claramente que las langostas, los cangrejos y otros crustáceos pueden sentir dolor, y de hecho lo sienten. Los científicos han demostrado que su reacción a los estímulos dolorosos es algo más que una respuesta refleja y que, por el contrario, aprenden de estos estímulos de dolor y cambian su comportamiento. En unos inquietantes experimentos diseñados para demostrar que los crustáceos sienten dolor, se descubrió que los cangrejos se trasladaban a un refugio menos favorable tras recibir una descarga eléctrica en su refugio favorito, a menudo tras una sola experiencia. Esto muestra cambios rápidos de comportamiento basados en la exposición al dolor, que es mucho más que una simple reacción refleja, y demuestra que estos animales pueden experimentar y recordar sensaciones dolorosas.
Ahora, si una pequeña descarga eléctrica puede producir una clara respuesta de dolor, imagínate lo que deben sentir al ser hervidos o descuartizados vivos.
Las langostas tienen receptores en las tenazas
Las pinzas de las langostas son mucho más que afiladas herramientas defensivas. Al igual que los humanos, las langostas pueden tener más desarrollada la extremidad derecha o la izquierda, o ser ambidiestras, y sus pinzas poseen receptores sensibles que utilizan para detectar alimentos a su alrededor.
Las langostas pueden sufrir ansiedad
Las investigaciones sugieren que crustáceos como las langostas pueden experimentar una ansiedad «similar a la humana» y que puede tratarse con la misma medicación que usan los humanos. En otro desagradable estudio, se expuso a cangrejos de río (parientes cercanos de las langostas) a descargas eléctricas de distinta intensidad, y luego se les colocó en un tanque con zonas oscuras y zonas claras. Los que habían recibido descargas eléctricas más fuertes prefirieron los espacios más oscuros que les eran familiares, mientras que otros se sintieron cómodos explorando las partes más claras del tanque, un claro indicador de distintos niveles de ansiedad. A los cangrejos de río más ansiosos se les administró clordiazepóxido (CDZ), un ansiolítico, y su comportamiento cambió claramente: los animales se mostraron más confiados y menos inhibidos. Los escáneres cerebrales realizados durante este proceso mostraron picos en sustancias químicas cerebrales como la serotonina, un neurotransmisor asociado a la ansiedad en el cerebro humano.
¿Por qué se cocinan vivas las langostas?
La «seguridad alimentaria» es la principal razón para hervir langostas vivas. Una vez que el crustáceo muere, en su carne hay bacterias nocivas que surgieron unas horas después, que ni siquiera la cocción puede eliminar. Pero no tenemos por qué infligirles este sufrimiento; podríamos simplemente no comerlas. Pareciera una elección sencilla.
El mito de que las langostas y otros crustáceos no pueden sentir dolor ha hecho que la gente, sin saberlo o quizá sin pensar demasiado en ello, les haya causado dolor y angustia graves. Aunque no podamos tener certeza de que sientan dolor, ¿no deberíamos pecar de precavidos y evitar hervir vivo a cualquier ser? ¿No es esta una decisión compasiva?
¿Sienten dolor las langostas al hervirlas?
La evidencia demuestra que sí. Puede que no sea exactamente el mismo dolor que sentiríamos los seres humanos en esta situación, y nunca podremos entender del todo lo que experimentan, pero podemos estar seguros de que sienten algo, y todas las pruebas científicas sugieren que es muy doloroso. Los vídeos de langostas hervidas vivas muestran que azotan la cola y arañan los lados de la olla en un intento desesperado por escapar, lo que sugiere que están sometidas a un estrés extremo y a un dolor intenso. Las señales son claras si nos fijamos un momento.
¿Gritan las langostas cuando se las hierve vivas?
Esto es un mito, las langostas no tienen laringe ni pulmones, por lo que no pueden gritar. Es más probable que este sonido sea vapor que escapa de su caparazón. Pero que no griten no indica que no sufran.
¿Sienten dolor las langostas cuando las cortan por la mitad?
De nuevo, todas las pruebas demuestran que sí. Y teniendo en cuenta que su sistema nervioso no puede entrar en shock, es probable que sientan este dolor hasta una hora después de ser cortadas por la mitad.
¿Cómo saber si las langostas sienten dolor?
El dolor es un concepto complejo que puede manifestarse de distintas maneras y nuestra comprensión del dolor en los animales, especialmente en los invertebrados, es aún relativamente limitada. Hay dos componentes del dolor que la ciencia puede utilizar para explicar las respuestas al dolor en los animales: la nocicepción y la experiencia del dolor. Entender cómo se manifiestan estos conceptos en los animales nos ayuda a comprender su experiencia.
Nocicepción
La nocicepción se refiere a una respuesta refleja a una experiencia potencialmente dolorosa que nos hace alejarnos de algo dañino. Piensa en apartar la mano de una estufa caliente, incluso antes de haber experimentado el dolor real de tocarla. Este concepto puede verse claramente en casi todos los animales, incluidos los humanos, y es una respuesta natural e incontrolable. La nocicepción no es lo mismo que el dolor, ya que no provoca ningún cambio a largo plazo en el comportamiento ni en la conciencia, y no forma ningún recuerdo de la experiencia.
La experiencia del dolor
La experiencia del dolor es muy diferente y los seres que sienten dolor casi siempre muestran cambios de comportamiento tras una experiencia dolorosa. Robert Elwood es profesor de ciencias biológicas y sus experimentos con langostas y otros crustáceos han demostrado que estos animales responden con mucho más que una mera respuesta refleja. Muestran claros cambios de comportamiento e incluso abandonan escondites favorables para evitar una descarga eléctrica repetida. Pueden recordar claramente la experiencia desagradable del dolor y aprender a evitarlo, del mismo modo que lo hacen los humanos, los perros y otros animales.
¿Es ilegal hervir langostas vivas en EE.UU.?
No, pero debería serlo. Nueva Zelanda, Noruega y Suiza han hecho lo correcto y han declarado ilegal hervir langostas vivas. Otros países, como el Reino Unido, están estudiando leyes similares. Nosotres iríamos más lejos, por supuesto, y sugeriríamos que dejáramos a estos increíbles animales en el océano, donde pertenecen.
Conclusión
Está claro que las langostas y otros crustáceos son capaces de sentir dolor. Sin embargo, la gente persiste en causarles graves sufrimientos y daños, bien por ignorancia, bien por falta de preocupación por nuestros semejantes. Existen dispositivos humanos para aturdir y matar a las langostas, que algunos restaurantes pueden utilizar, pero ¿no es el acto más humano de todos no quitar la vida a estos animales hermosos, complejos y únicos? ¿No brilla nuestra humanidad cuando tomamos decisiones más amables?
