De Qué Están Hechas Las Salchichas Y Por Qué No Debes Comerlas Nunca

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Es probable que la mayoría de nosotres tengamos un grato recuerdo de haber comido un perrito caliente (conocido también como “pancho” en Argentina) en un partido deportivo, una feria o un carnaval. Probablemente siempre hemos visto las salchichas como un bocado divertido y sabroso. Pero, ¿de qué están hechas? ¿Sentiríamos lo mismo si conociéramos todos los ingredientes y procesos que intervienen en su elaboración? ¿Y qué diríamos si pudiéramos comer los mismos panchos o perritos calientes, con todo su sabor y nada de asco, eligiendo uno vegano en lugar de uno de carne? Creemos que es pan comido.

¿De qué están hechas las salchichas?

Las salchichas están hechas de carne animal triturada y hecha puré, normalmente de cerdo, vaca o pollo, a menudo todo en el mismo trozo de carne. Resulta un tanto irónico, ya que en inglés y en muchos lugares de habla hispana le hemos puesto el nombre de los perros, un animal que a la mayoría de nosotros ni se nos ocurriría triturar y comernos. Los cerdos son tan inteligentes y sensibles como nuestros queridos perros, y sin embargo nos comemos a unos y apreciamos a los otros. Deberíamos preguntarnos por qué y si nos parece bien.

¿Qué partes de animales contienen las salchichas?

Aquí es donde la cosa se pone fea. La razón por la que una salchicha no se parece a ninguna parte de un animal es que está hecha de todas las partes que sobran después de que los animales hayan sido sacrificados y sus partes más rentables hayan sido retiradas y vendidas. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO):

«Las materias primas cárnicas utilizadas para productos precocinados como los perritos calientes son los recortes musculares, los tejidos grasos, la carne de la cabeza, las patas, la piel, la sangre, el hígado y otros subproductos del sacrificio».

¿Cómo se hacen los perritos calientes?

El proceso de elaboración de las salchichas no es bonito, he aquí por qué.

Recortes

La industria cárnica denomina así a todos los trozos de carne animal menos rentables que resultan del sacrificio y despiece de los animales. Son todos los trozos que la gente no se atreve a comer, por lo que se trituran y se envasan de forma diferente.

Se añaden aromas y conservantes

Todos estos «recortes» se vierten en grandes batidoras de acero inoxidable, donde se añaden todos los ingredientes no animales. La lista de ingredientes añadidos puede ser muy larga, pero a menudo incluye sal, especias, fosfatos, aromatizantes y otros conservantes, todos ellos diseñados para hacer el producto apetecible y comercializable.

Molienda

Esta mezcla se vierte en batidoras industriales, que la trituran hasta convertirla en una sustancia gris y pastosa, totalmente irreconocible como procedente de un animal.

Puré

Se añade agua y se hace puré hasta obtener una sustancia viscosa. Esta sustancia es realmente horrible. Imagínese un helado cremoso, pero de color beige y hecho de partes crudas de animales: no, gracias.

El puré se inyecta en tripas de celulosa

A continuación, la maquinaria bombea esta mezcla en tripas de celulosa, lo que crea la forma de la salchicha. Este proceso ha dejado atrás el uso de los intestinos de los animales como tripa, pero algunos fabricantes más pequeños siguen utilizando intestinos de cordero como tripa. A continuación se cuelgan cientos de salchichas embutidas, listas para ser cocinadas.

Las salchichas se cocinan en hornos gigantes

Los hornos industriales cocinan y ahúman miles de salchichas a la vez, hasta que se consideran seguras para el consumo (spoiler: la carne procesada nunca es «segura» para el consumo). Debido a los diferentes tipos de carne animal que contienen, deben cocinarse adecuadamente para evitar intoxicaciones alimentarias. Creemos que es mucho más fácil prescindir de todas esas partes animales y pasarse a una salchicha de origen vegetal.

Se retira el envoltorio

A continuación, la maquinaria retira la tripa, lo que puede hacerse a gran velocidad. Se hace una pequeña hendidura en la tripa de la salchicha antes de chorrearla con vapor, que la expulsa. Por término medio, la maquinaria industrial puede retirar la tripa de 700 salchichas por minuto.

Los perritos calientes se envasan y se envían

A continuación, se lavan con una solución fría de agua salada para prepararlos para el envasado. Cada uno de ellos se inspecciona meticulosamente, para que las salchichas que se abren al momento de cocinar no se parezcan en nada al montón de restos de carne que fueron en su origen.

Por último, se alinean en láminas de plástico, listos para ser envasados al vacío, sellados con la fecha y enviados a la tienda de comestibles.

¿Por qué nunca deberíamos comer salchichas?

Queremos aclarar esto: los panchos o perritos calientes como alimento no son el problema, sino que son los productos animales que contienen los que causan todos los problemas. Te instamos a que nunca comas perritos calientes de carne por dos razones principales. Una: todas las carnes procesadas son cancerígenas. Pero las elaboradas a partir de plantas, que son igual de deliciosas, no. Y dos: la industria toma a millones de seres sintientes individuales, les niega todo lo que haría que su vida valiera la pena, y luego también les quita la vida.

Hay innumerables perritos calientes vegetarianos y veganos que son deliciosos, más sanos que los de carne y no contribuyen al sufrimiento de millones de animales cada día. Así que, cuando llegue el verano y desempolvemos la parrilla, optemos por una salchicha vegetal en lugar de una hecha de partes de animales trituradas.

Conclusión

Resulta que el proceso de elaboración de las salchichas es bastante asqueroso. Si la idea de comer un puré gris hecho de patas de animal trituradas, carne de cabeza y grasa muscular te revuelve el estómago, tiene sentido. Un perrito caliente hecho de tofu, seitán u otras proteínas vegetales no contiene partes del cuerpo animal, es delicioso y bueno tanto para el planeta como para nuestro cuerpo, así que ¿qué podemos perder?

Las alternativas veganas a la carne son más deliciosas y están más disponibles que nunca, así que dejar la carne y hacerse vegane nunca ha sido tan fácil.

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