Capítulo 3: Adicción a la comida

Lo complicado de las comidas procesadas es que estimulan el sistema de recompensa del cerebro de la misma manera que las drogas adictivas, y es esto, en vez de nuestro amor por el sabor, lo que hace que sean particularmente difíciles de dejar.

Un estudio publicado en el 2018 reportó que las personas que reducen el consumo de alimentos procesados experimentan los mismos síntomas físicos y psicológicos que quienes dejan los cigarrillos. Y, al igual que con los cigarrillos, cuanto más tiempo pasas sin estos alimentos, menos antojo tienes, hasta llegar al punto en el que no te apetecen más. El hecho de que te empieces a sentir mejor de lo que te has sentido en mucho tiempo es una motivación poderosa para que lo sigas intentando.

Antojo de azúcar

El azúcar refinada, como las drogas, genera la liberación de dopamina y endorfinas en el cerebro. Es por eso que a menudo nos encontramos con antojo de algo dulce y luego nos encontramos con distracción o malhumor porque no hemos conseguido nuestra golosina. Los dulces, los pasteles, las galletas y los chocolates son fuertemente mercantilizados a las infancias desde una edad temprana a sabiendas de que sus experiencias tempranas comúnmente moldean su posterior comportamiento, volviéndose más propensos a consumir productos con azúcar cuando sean mayores. Estas son grandes noticias para la industria del azúcar, pero malas para nuestra salud, ya que el consumir azúcar excesiva es el factor que contribuye mayormente a las enfermedades crónicas, incluidos padecimientos cardíacos, obesidad, diabetes y cáncer.

El abandono de azúcares refinadas puede causar náusea, migraña y fatiga y puede sentirse como estar enfermo de gripe. Cómo te las arregles con los síntomas de dejar el azúcar dependerá de tus metas, así que mantén el foco en tus objetivos de salud y recuerda: consumir el azúcar natural de los alimentos integrales de origen vegetal está muy bien.

La trampa del queso

El queso es otro ejemplo de un alimento procesado que muchas personas dicen no poder dejar. El queso es la mayor fuente de grasa saturada y colesterol en la alimentación occidental, y contiene diversos ingredientes que desencadenan receptores de placer en nuestros cerebros. También contiene fragmentos de caseína llamados casomorfinas: un componente opioide similar a la morfina. ¡Con razón a muchas personas les resulta difícil dejarlo!

“Estos compuestos se adhieren a los mismos receptores del cerebro que la heroína y la morfina. No son igual de fuertes, solo lo suficiente como para hacerte volver por más.”

Dr. Neal Barnard, Comité de Doctores por una Medicina Responsable.

Eliminar el hábito

La cualidad adictiva de los productos de origen animal y alimentos procesados son importantes de tener en mente mientras te embarcas en tu estilo de vida vegano saludable. Saber que las adicciones pueden ser contrarrestadas con la correcta información, guía y determinación, y descubrir que la comida que te espera del otro lado no solo sabe deliciosa sino que también te hace sentir de maravilla es lo que hace que este viaje valga la pena.

Confía en nosotras. ¡Puedes hacerlo y estarás muy contenta de haberlo hecho!

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