Ha sido un año inolvidable. El brote global de coronavirus ha cambiado nuestras vidas, restringido nuestras libertades y nos ha quitado a muchos de nuestros seres queridos. Todas tenemos una historia diferente que contar sobre la pandemia: sobre lo que significó este año para nosotras y nuestras familias, cómo afectó nuestra salud física y mental, y cómo nuestras vidas y medios de subsistencia han cambiado como resultado. A pesar de los desafíos y tiempos difíciles, también ha habido algunas revelaciones y recordatorios notables. Reflexionamos aquí sobre algunas de las profundas lecciones que ese particular año nos dejó para aplicar estas enseñanzas a futuro.
1. Las Acciones Individuales Tienen Un Impacto Más Amplio De Lo Que Podríamos Pensar
Esto es particularmente cierto en el comienzo de la pandemia del 2020. En algún lugar de China, se destruyó un tramo de hábitat natural, se capturaron animales salvajes, y así comenzó el viaje de un patógeno desconocido desde un murciélago a un pangolín a una persona, y de ahí… Bueno, sabemos lo que pasó después.
Este puede ser el ejemplo más claro del efecto dominó, pero nuestras propias acciones siguen esta misma regla. Si la forma en que vivimos contamina y daña el medio ambiente, impulsa el uso excesivo de antibióticos (como en las granjas industriales) o excede nuestro presupuesto personal de carbono, otros en todo el mundo sentirán los efectos. Nuestras acciones importan.
2. La Comunidad, La Compasión Y La Caridad Son Fundamentales
Durante toda la pandemia, los vecinos han cuidado de los vecinos, las amigas han cuidado de los amigas. Hemos levantado la vista de nuestros teléfonos y salido de nuestras burbujas para ver a personas que necesitan una mano amiga con sus compras, sus tareas y su lucha contra la soledad. En Generación Vegana, levantamos la vista de nuestra estrategia de campaña y vimos que podíamos ayudar a las personas necesitadas, y nos comprometimos a donar un millón de comidas antes de 2022. A veces se necesitan los peores eventos para sacar lo mejor de nosotras. ¡Y cumplimos el objetivo! Ahora seguimos luchando por la justicia social y para que todas las personas tengan acceso a alimentos libres de crueldad animal y nutritivos.
3. Las Granjas Industriales No Son Mejores Que Los Mercados Húmedos
Ese año abrimos los ojos a varias cosas. Primero, a la existencia de los mercados húmedos, lugares donde se pueden enjaular y comercializar animales vivos y muertos, tanto criados como salvajes, lo que es el escenario perfecto para la transmisión de patógenos. Y mientras todos nos shockeamos con esta información, nos golpeó la realización de que las granjas industriales sucias y abarrotadas, los mismos lugares de donde proviene la mayoría de la carne, son igualmente peligrosos como focos de pandemias. Aprendimos que tres cuartas partes de las enfermedades infecciosas emergentes provienen de animales, y que esta pandemia no será la última. Las granjas industriales de pollos fueron descritas por un experto en pandemias como «bombas de tiempo«. Necesitamos acabar con la cría industrial de animales por ellos y por nosotras mismas.
4. La Salud Lo Es Todo
Esto es algo que todas sabemos pero que de alguna manera todavía parecemos olvidar a diario. Solo cuando nos enfermamos, o vemos a un ser querido enfermarse, o realmente tememos contraer un virus que está barriendo el mundo, recordamos que nuestra salud es realmente todo lo que tenemos. Este año más que nunca, las personas han buscado mejorar su salud e inmunidad a través de elecciones dietéticas positivas. Han descubierto que una dieta basada en plantas y alimentos integrales protege la salud, refuerza la inmunidad, proporciona todos los nutrientes que necesitamos, nos ayuda a vivir más saludables y por más tiempo, y también nos protege de las pandemias.
5. Todo Lo Que Tenemos Depende De Este Planeta
Todo. Es nuestro hogar, nos proporciona comida, agua, calor, refugio y medicinas. Cuida de nuestros cuerpos pero también nutre nuestras almas. Ese primer glorioso día de primavera cuando el calor del sol hace que las flores broten, genera algo con el tejido mismo de nuestro ser. ¡Y su majestuosidad! Los lagos, montañas heladas, océanos, praderas y ríos inspiran obras de arte que nos tocan tan profundamente como la realidad misma. Y sin embargo, tratamos a la Tierra como si fuera una mercancía desechable. Como si apenas fuera relevante en nuestras vidas. Como esta increíble animación de Steve Cutts, titulada MAN:
El año de la pandemia de COVID-19 mostró lo frágil que es nuestra existencia y lo interconectada que está toda la vida, y que al cuidar de los animales y del planeta, también nos estamos cuidando a nosotras mismas.
