A menudo hay mucho juicio sobre nuestras elecciones alimentarias y no solo de parte de nuestras amistades o la sociedad en general. También podemos ser muy duras con nosotras mismas cuando comemos cosas que no aprobamos y le fallamos a nuestros principios. Sabemos y estamos de acuerdo con todas las razones para ser veganas, pero cuando intentamos y luego volvemos a caer, nos decimos que el veganismo no es para nosotras. Bueno, en GenV no creemos que esto sea cierto en absoluto. Así que esta es nuestra carta de compasión y apoyo para quienes han probado el veganismo y saben en su corazón que les gustaría volver a él.
No Has Fracasado
Primero que nada, si ya no eres una persona vegana, no has fracasado. El poder combinado de nuestras culturas y comunidades, las tradiciones familiares, los lazos emocionales, los hábitos de toda la vida y los enormes esfuerzos de marketing y lobby de las industrias de carne, huevos y lácteos pueden hacer que la transición a una alimentación a base de plantas sea un desafío. Con ese tipo de antecedentes, no es de extrañar que hayas caído, pero este desliz no es el final de la historia. Todos los días con cada comida tenemos la oportunidad de elegir sabiamente y con compasión otra vez. Muchas personas descubren que puede llevar tiempo, así como prueba y error hacer que el veganismo se mantenga, así que no tienes que rendirte solo porque tuviste un desliz.
Resalta lo Positivo
No solo nuestros cerebros están evolutivamente programados para proteger las fuentes de alimentos que conocemos y disfrutamos, sino que también estamos culturalmente condicionados a amar y extrañar ciertos alimentos. Así que, cuando nos centramos en todo lo que dejaremos de lado y nunca volveremos a tener, el nivel de sacrificio parece demasiado grande. Y sería así si fuera cierto que estamos renunciando a todo lo que amamos. Pero la realidad es que no tenemos que renunciar a mucho cuando nos volvemos veganas. Aún podemos comer taquitos, pizza con queso o los más deliciosos postres y helados. Solo tenemos que hacer o comprar versiones a base de plantas de esos productos y realmente hay versiones veganas de casi todo. Sí, esto requerirá algo de esfuerzo, pero vale la pena y no es tan difícil como la lucha emocional y psicológica de pensar que estás perdiendo algo para siempre…

No Es Comida
Intenta ver las cosas como realmente son, no como las presenta el marketing. Cuando veas un trozo de carne, recuerda que es parte de un animal que fue criado de forma inhumana, sufrió pérdidas, miedo, dolor y no quería morir. No es comida, es un animal muerto. Cuando veas huevos, piensa en las aves en jaulas, amontonadas y sin poder moverse, explotadas por una industria que solo busca lucrar. Y cuando veas queso, yogur o crema, lo que estás viendo es el fluido extraído de la glándula mamaria de una vaca que estaba destinado para su bebé ternero que parió. Estos productos no son comida para los humanos.
Se Vuelve Más Fácil
Las investigaciones muestran que cuanto más tiempo somos veganas, más tiempo seguiremos siendo veganas. Y esto es porque a medida que los nuevos hábitos se arraigan, la tentación de lo viejo desaparece. Es algo extraordinario despertar un día y darte cuenta de que el queso que tanto extrañabas en realidad huele a leche rancia y no es algo que comerías aunque te pagaran. En los primeros años de comer a base de plantas puede haber antojos, pero encontrar formas de vencerlos hoy reducirá su poder mañana.
Vence los Antojos
Esos antojos se pueden manejar si sabemos qué son y podemos anticiparnos a ellos. Si sabemos que el chocolate con leche es nuestra debilidad, por ejemplo, podemos asegurarnos de tener a mano chocolate con leche vegano. Otro punto crítico es cuando tenemos hambre. Si llegamos al punto de sentirnos un poco débiles antes de pensar qué comer, es probable que agarremos cualquier cosa solo para calmar el hambre. De nuevo, esta situación puede prevenirse asegurándonos de tener bocadillos o snacks en casa, en nuestros bolsos o en el coche para que nunca tengamos que recurrir a algo no vegano por necesidad.

Expande Tus Horizontes
Muchas personas que son nuevas veganas se sorprenden de cómo su repertorio culinario se expande cuando, por el contrario, pensaban que se reduciría. Esto es porque cuando comenzamos a alimentarnos a base de plantas, nos centramos en todos los nuevos alimentos disponibles. Descubrimos que, además de intercambiar productos similares—leche de avena por lácteos, salchichas veganas por salchichas de carne y así sucesivamente—hay una enorme cantidad de ingredientes, productos y recetas que nunca habíamos probado. Busca algunos de estos y disfruta de la aventura, la creatividad y el delicioso sabor de comer a base de plantas.
Experimenta con la Comida
No todas las leches vegetales que pruebes te encantarán. No todos los quesos veganos te dejarán sin palabras. Pero hay muchos tipos diferentes de carnes, leches, quesos, cremas, yogures, helados y más disponibles, y algunos te encantarán más que otros. Sigue probándolos hasta que encuentres los que satisfagan a tus papilas gustativas.

Conoce a los Animales
Hay muchas razones para adoptar una alimentación a base de plantas, pero las personas generalmente descubren que su compromiso con el veganismo se vuelve mucho más sólido cuando abrazan su componente ético. Así que, sea cual sea tu razón principal, te recomendamos que pases un poco de tiempo conociendo algunos animales de granja. Esto puede ser siguiéndolos en cuentas de santuarios online o visitándolos en persona. Cuando conozcas a los animales, mires sus ojos y veas la alegría que tienen simplemente por vivir sus vidas, es probable que encuentres todo el compromiso que necesitas.
Encuentra una Comunidad Vegana
Ser la única persona vegana en tu grupo de amigos puede ser un rol desafiante. Puede que tengamos que seguir reiterando y defendiendo nuestras creencias cuando en realidad solo nos gustaría disfrutar de una noche con amistades. Para combatir esto, te recomendamos encontrar una tribu vegana, ya sea online o en persona. Unirte a una comunidad ayuda a normalizar nuestras elecciones, refuerza nuestras convicciones y nos permite ser transparentes sin tener que justificar o explicar nada. El veganismo no significa dejar atrás a tus amistades, pero ampliar tu círculo para incluir personas veganas puede ser una fuente de gran alegría.
Sé Honesta Contigo Misma
Un poco de reflexión puede ser muy útil, así que en un momento tranquilo pregúntate: ¿por qué dejé de ser vegana? Trata de ser lo más honesta que puedas. Tal vez es algo tan simple como extrañar un alimento en particular, perderte una comida especial familiar, la falta de opciones en tu zona, o no poder cocinar de una forma diferente. Hay muchos desafíos y saber cuáles te hicieron tropezar te permitirá encontrar soluciones para que no te tropieces de nuevo.

Mantente Saludable
Ten la seguridad de que puedes obtener todo lo que necesitas sin ingerir animales ni sus subproductos biológicos, pero no es suficiente con solo quitar la carne, los huevos y los lácteos de tu plato y comer solo verduras. Nuestro consejo es que te informes sobre nutrición, comas una amplia variedad de alimentos a base de plantas y te suplementes a diario con B12 y yodo. ¡Ojo! También te advertimos sobre la pureza de pensamiento y acción. ¡Está bien consentirse con algunos antojos veganos! Disfrutar de la comida es un incentivo poderoso para seguir a base de plantas.
El veganismo es el lugar donde la justicia social, la protección del medio ambiente, los derechos de los animales, la buena salud y la compasión se unen. Por todas esas razones, esperamos que encuentres tu camino de vuelta al veganismo.