Zona de Guerra
En noviembre de 2021, la Policía Ambiental de São Paulo, Brasil, recibió un informe sobre el abandono de más de mil búfalas en una granja en Brotas, en el interior del estado. Estos animales, originalmente explotados para la producción láctea, experimentaron una nueva forma de explotación, de maltrato y negligencia.
La escena era desgarradora. Animales enterrados en tumbas poco profundas, cadáveres esparcidos y otros siendo devorados vivos por buitres. Aquellos que aún respiraban estaban agonizando por la sed, la desnutrición y el abandono completo, incluyendo animales preñados y recién nacidos huérfanos. Búfalos y terneros sin alimento adecuado recurrían a comer corteza de árboles para evitar morir de hambre. Muchos animales ya estaban tendidos en el pasto, demasiado débiles para ponerse de pie.
Según el informe experto presentado a la Policía Civil, se concluyó que los dueños de la granja lechera continuaron inseminando a estos animales, conociendo el estado frágil y desnutrido de estos seres. Más allá del tormento del hambre en sus estómagos y la sed que quemaba sus bocas, a estas búfalas se les obligó a parir más terneros y a producir más leche. En lugar de alimentar a estos animales, el granjero optó por llenar su propio bolsillo.
Detrás de la violencia
Podemos especular sobre por qué un granjero permitiría que estos animales murieran en completo abandono, pero la respuesta es más simple de lo que parece: lucro. El cultivo de soya destinada a la alimentación de animales de granja resultó ser financieramente más atractivo que mantener la explotación de búfalos para la producción de leche.
Según el documento al que accedió EL PAÍS, el pasto en la propiedad era abundante. Sin embargo, ansioso por el dinero que se podía obtener de la tierra, el granjero arrendó partes de su vasta granja, convirtiendo lo que antes era pasto en campos de cultivo, dejando a los animales a su suerte.
Mientras la soya crecía y se expandía en un lado de la cerca, en el otro lado, las búfalas menguaban y morían desesperadamente una por una.
La lucha por la vida
Una movilización masiva fue llevada a cabo por activistas que atendieron a estos animales, ganando prominencia nacional como «el caso de las Búfalas de Brotas». Con la autorización del sistema judicial, los voluntarios instalaron un hospital de campaña para rescatar a los animales y proporcionarles agua y comida para acelerar su proceso de recuperación. La unión de estas personas, provenientes de diversas partes de Brasil, fue de inmensa importancia en la lucha por salvar estas vidas y evitar su retorno a manos de quienes los explotaban para obtener leche. Aquellos que no podían asistir en el tratamiento veterinario o cuidado se organizaron en redes sociales para recaudar fondos a través de rifas y donaciones.
A pesar de que el agricultor optó por el abandono y estos animales ya no tenían valor económico, eso no le impidió acudir a los tribunales con el objetivo de continuar con el sufrimiento de estas madres y sus crías. En noviembre de 2021, obtuvo una medida cautelar judicial que devolvió la custodia de las búfalas a sus manos. La decisión generó reacciones de influencers y grandes celebridades brasileñas, como Luana Piovani, Luísa Mell y Xuxa Meneghell, quienes protestaron a través de las redes sociales contra la decisión. Este apoyo fue crucial para mantener el caso en los medios de comunicación nacionales y movilizar a más activistas y personas simpatizantes de la causa animal.
La indignación de la sociedad y la presión para reparar los daños causados a estos animales mantuvieron el enfoque en la granja y el propietario. Después de más denuncias e investigaciones, el tribunal confirmó la investigación de la Policía Civil de Brotas (São Paulo) que indicaba que, después de regresar a manos del agricultor, los animales seguían siendo maltratados. Por orden judicial, la ONG Amor e Respeito Animal (ARA) fue designada como custodia de las 1,000 búfalas y los 72 caballos igualmente maltratados que se encontraban en estado de abandono.
En una increíble sinfonía de solidaridad, activistas y la sociedad unieron fuerzas para salvar a las búfalas sobrevivientes de Brotas de la amenaza inminente de muerte. En este esfuerzo colectivo, podemos ver la belleza transformadora del vínculo entre los humanos y los animales, donde la compasión trasciende barreras. Gracias al apoyo de celebridades, abogados, voluntarios e individuos anónimos, las búfalas sobrevivientes y sus crías fueron rescatadas y permanecieron bajo la custodia de la ONG ARA hasta octubre de 2023.
Carrera contra el tiempo
El caso tomó un nuevo giro el 31 de octubre de 2023, cuando el agricultor y su familia regresaron a los tribunales y el Tribunal de Justicia de São Paulo retiró a ARA del papel de custodio de las búfalas rescatadas debido a la falta de documentos de registro y un plan de gestión para sacar a los animales de la granja.
En un comunicado, la ONG afirmó que «el plan de gestión siempre ha sido un desafío, además de otras dificultades creadas por terceros, como la destrucción constante de las cercas de la granja, reportada a las autoridades», y explicó que, en los últimos dos años, la prioridad había sido la completa recuperación de los animales, lo que hacía imposible sacarlos de la granja.
La decisión del tribunal también devolvió la posesión de los animales a la familia del agricultor, que ya tenía planes de enviarlos al matadero. Con esta sentencia dramática, activistas y ONG no escatimaron esfuerzos para revertir la situación. Dos semanas después, hubo una nueva decisión, esta vez más favorable al bienestar de las búfalas. Otras dos instituciones, el Santuário Vale da Rainha y el Santuário Rancho dos Gnomos, asumieron la responsabilidad de los animales.
Cuidar de más de mil animales ya sería un gran desafío en sí mismo, pero aún había una complicación. El juez del caso determinó que los santuarios tenían 90 días para transportar a todos los animales a otra granja, de lo contrario, volverían a la familia del agricultor. Eso dejó a los activistas con un plazo hasta el 12 de febrero para llevar a cabo el transporte y finalmente salvar a las búfalas.
Además de cubrir el costo de una alimentación reforzada y atención veterinaria, incluidas pruebas obligatorias para su traslado, solo el costo del transporte superó los R$250.000 (aproximadamente US$50.000). Una operación compleja, costosa y delicada, muchos dirían que casi imposible. Pero, gracias al incansable trabajo de voluntarios, donantes y aquellos que actuaron por la vida y la libertad de estos seres, el transporte fue un éxito.
La industria láctea de búfalos
Aunque el caso de las búfalas de Brotas parezca ser una excepción, el abuso y la explotación son comunes, y al igual que todos los animales de granja, estos seres son convertidos en máquinas. Los búfalos son originarios de Asia, pero la explotación para productos como carne, leche y queso ha llevado a que estos animales sean criados en todo el mundo. En Brasil, los agricultores explotan principalmente a estos animales por su leche, que se utiliza para producir mozzarella de búfala.
Aunque la industria lechera de búfalos no es tan común como la industria lechera de vacas, la explotación es muy similar. Al igual que las vacas, las búfalas no producen leche constantemente. Para lograr esto, son inseminados forzosamente para garantizar una producción de leche casi constante a lo largo de sus vidas. Al dar a luz, los terneros son separados de sus madres para que su leche pueda ser utilizada para el consumo humano. Después de una vida de explotación, cuando su producción disminuye, el destino es el matadero.
Es común ver envases que muestran animales felices en las etiquetas, pero esto no refleja la realidad de cómo se hace el producto. Entonces, ¿qué sucede realmente para poner ese queso, cartón de leche o yogur en el estante? ¿Viven bien y felices las vacas, las búfalas y las cabras, o son madres que pasan sus vidas dando a luz solo para que les quiten la leche y la vendan?
Esto es solo el principio
Este rescate, como tantos otros que suceden cada año, demuestra que somos capaces de transformar positivamente la realidad. Que esto no solo sea un hito para la protección animal, sino un hito en nuestra historia como sociedad.
En el viaje de la lucha de las búfalas, cada acto de solidaridad era como un rayo de luz, iluminando el camino hacia la liberación de estas madres y sus crías. Al reconocer el dolor compartido entre nosotros y los animales, descubrimos una verdad universal: somos habitantes de este planeta, sentimos y merecemos compasión independientemente de nuestra especie.
Juntas, podemos construir un mundo donde todas las criaturas vivan en libertad, amor y respeto. El cambio comienza con nosotras. Seamos el cambio que queremos ver en el mundo.
Para obtener más información sobre el caso de las «Búfalas de Brotas»:
- Mira el cortometraje «Órfãos do Leite» (Huérfanos de Leche).
Subtítulos en inglés y español disponibles. - Mira la entrevista que realizamos con Patrícia Favano, guardiana del Santuario Vale da Rainha.
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