A lo largo de esta guía, nos referimos a una alimentación integral a base de plantas (AIBP) como una “alimentación”, lo cual para muchas personas es cómo todo esto comienza. Sin embargo, la razón por la cual la AIBP funciona cuando muchas otras alimentación no lo hacen es porque no es realmente una alimentación: es un estilo de vida.
A diferencia de las alimentaciones tradicionales, un estilo de vida a base de plantas no es un castigo a corto plazo cargado de culpa. No está hecho de planes alimenticios complicados, etiquetas confusas ni de contar calorías. Es simplemente un regreso a los alimentos integrales, los sabores frescos y la salud natural.
Si alguna vez sientes confusión sobre lo que deberías estar comiendo, recuerda mantenerlo simple. Haz la mayor parte de tus compras en la sección de vegetales del mercado. Si son granos completos, frutas, verduras, frutos secos o legumbres, entonces está perfecto. Si viene en un frasco, una caja o un envoltorio, pero no tiene aditivos artificiales, derivados de animales o azúcar y aceites agregados, entonces también está bien. Si aún tienes dudas, revisa el último capítulo de esta guía.
Como aprenderemos en esta guía, los beneficios de ser conscientes sobre lo que consumimos para alimentar a nuestro cuerpo son enormes, y cuando adoptamos un estilo de vida integral a base de plantas, lo más probable es que logremos:
- Reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como de próstata y mamas
- Prevenir e incluso revertir enfermedades cardíacas
- Prevenir y tratar la diabetes
- Luchar contra la depresión
- Mejorar nuestra salud cerebral
- Tener más energía
- Vivir más tiempo
No hay nada que perder y mucho que ganar, y te sumarías a las millones de personas veganas que dicen que sólo se arrepienten de no haberlo hecho antes.
