Se sabe que criar vacas contribuye a la deforestación y al cambio climático, al mismo tiempo que causa sufrimiento emocional, físico y psicológico a los seres sintientes. Pero sucede solo porque la gente compra su carne y su leche, lo que significa que hay algo que todos podemos hacer para reducir nuestro impacto en los animales y el planeta.
¿Cómo se domesticó a las vacas?
Las vacas fueron domesticadas hace unos 10.500 años y desde entonces han sido explotadas por su carne, piel, leche, capacidad reproductiva y hasta como mano de obra. Sus antepasados fueron los uros, o bueyes salvajes, que fueron atrapados cuando vivían libres en la naturaleza y fueron utilizados para la cría.
¿Cómo se llaman estas explotaciones ganaderas?
Hay varios tipos de granjas que explotan vacas. Las “explotaciones lácteas” preñan a las hembras para que produzcan leche. Las «granjas de carne» preñan a las hembras y sacrifican a sus crías para obtener carne. Estas ganaderías suelen ser intensivas, manteniendo a las vacas en el interior o en corrales superpoblados donde no pueden andar ni pastar.
Un ‘rancho ganadero’, en cambio, es una ganadería (o granja extensiva) de producción de carne que permite que las vacas puedan andar. Por lo general, las crías de estas explotaciones de ganadería extensiva se meten en camiones y envían a unidades intensivas o «corrales de engorde» para engordar antes del sacrificio.
Datos y estadísticas de las vacas
- Hay alrededor de mil millones de vacas consideradas de granja en el mundo
- Alrededor del 70 por ciento de las vacas en los EE. UU. se crían en explotaciones intensivas
- La cría de vacas es uno de los principales responsables del cambio climático, siendo la carne de res el peor alimento para el medio ambiente
- Hay más de nueve millones de vacas lecheras en los EE. UU
- Las vacas lecheras son forzadas a tener un ternero cada 12 meses para que su leche siga fluyendo
- El período de gestación de las vacas es de nueve meses, lo mismo que para las personas
- En 2019, 33 millones de vacas fueron sacrificadas para carne en los EE. UU
- La ternera proviene de los terneros que se sacrifican después de ser separados de sus madres productoras de leche. Los oficios de ternera y leche están íntimamente vinculados
- Argentina es el 2º país productor de leche de vaca y es tal la actividad que tiene, que hay una región que se conoce como la Cuenca lechera central de Argentina
- También Argentina se sitúa como el tercer país del mundo que más carne come per cápita y el 6º mundial en producción
- México estaría como 8º productor mundial de carne de vaca
- España es el 2º país de la Unión Europa que menos carne de vaca consume en el hogar
Por qué la cría de vacas es perjudicial
Criar vacas es perjudicial para las vacas, malo para el planeta y también dañino para las personas.
Mutiladas
Las mutilaciones son legales y comunes en las granjas, y para las vacas pueden incluir marcado (con un hierro candente), amputaciones en las orejas y descornado. Todos son dolorosos y casi siempre se emiten sin anestesia. En la India, es común perforar las narices de las vacas y pasarles una cuerda y atarlos fuertemente detrás de las orejas. Puede causar dolor agudo todo el día para todos los días de sus vidas.
Preñadas
Ya sea su leche o sus crías lo que se quiera conseguir, las vacas hembras son repetidamente inseminadas artificialmente. Nunca pueden quedarse a sus bebés, y la separación de la madre de la cría puede causar una gran angustia a ambos. Se ha documentado que las vacas y sus crías se llaman unos a otros durante días y que sufren mucho estrés durante y después de esta separación.
Cojas
Las cojeras son increíblemente comunes en las granjas lecheras y pueden ser causadas por una infección o por factores ambientales, como verse obligadas a estar de pie en suelos duros y asfaltados, o a una nutrición inadecuada. El nueve por ciento de las vacas «descartadas» en las granjas lecheras son sacrificadas porque cojean.
Estrés severo
Como resultado de su tratamiento, las vacas sufren un severo estrés físico y emocional. El encierro, una alimentación antinatural, los repetidos embarazos forzados y la pérdida de sus crías, las mutilaciones, el transporte y la exposición a patógenos provocan un estrés injustificable para estos sensibles animales.
Nadie sobrevive
Los terneros de las vacas lecheras se sacrifican para obtener carne de ternera o simplemente se les dispara al nacer si sus cuerpos no se pueden monetizar de otra manera por lo que sea. Otros terneros son criados y sacrificados para carne. Las hembras adultas, usadas para criar más vacas para alimentación o para producir leche, también se sacrifican cuando su productividad disminuye.
Deforestación
La cría de vacas es una de las principales causas de la deforestación. Esto se debe a que se necesita mucha tierra para producir carne de res y no hay suficiente tierra agrícola disponible, por lo que se talan los bosques para producir más. Esta es una de las razones detrás de la desaparición y la caída de las poblaciones de animales salvajes que nos resulta tan devastadora.
Emergencia climática
La cría de vacas es responsable de las grandes cantidades de gases emitidos que cambian el clima, tanto los que provienen de la deforestación de las tierras como del metano de los propios animales. En un momento en el que debemos reducir drásticamente nuestras emisiones, no hay lugar para la cría de animales, y menos para la cría de vacas.
¿Cómo puedes ayudar?
Lo mejor que se puede hacer para ayudar a las vacas y al planeta es elegir alimentos de origen vegetal y acabar con el apoyo a la industria ganadera. Afortunadamente, para la mayoría de las personas, eso es bastante fácil de hacer. Simplemente podemos cambiar la leche de vaca por leches de origen vegetal como la avena, la soya, la de coco, la de semilla teff, de guisantes, de arroz o de almendra, y podemos elegir entre las muchas carnes veganas disponibles, que están igual de sabrosas y son nutricionalmente muy interesantes. Se asemejan, se cocinan y saben como la carne para que podamos obtener los sabores que amamos sin ninguna de las desventajas.
Conclusión
Las granjas de vacas causan un sufrimiento inimaginable y al mismo tiempo contribuyen a algunos de los problemas ambientales más graves de nuestro tiempo. Si queremos terminar con el sufrimiento de las vacas y sus terneros, reducir nuestro impacto climático y proteger los espacios y habitantes salvajes del mundo, cambiar a una dieta basada en plantas es lo mejor que podemos hacer.