La vida en una granja industrial es corta, miserable y está llena de dolor. El sufrimiento infligido a los cerdos, que comparten tantas características con nuestros amigos caninos, incluida la inteligencia y la sociabilidad – e incluso el movimiento de la cola cuando están felices-, es tan terrible que juzgaríamos a alguien de forma legal, si hiciera lo mismo con los perros.
¿Qué son las granjas industriales de cerdos?
El término ‘granja industrial’ describe un sistema de producción intensivo que cría, engorda y sacrifica una gran cantidad de animales, teniendo tan poca consideración por su bienestar emocional y físico que bien podrían ser piezas de maquinaria en una cadena de fábrica. La agricultura animal es sobre todo un negocio, por encima de todas las cosas, así que tiene el objetivo de maximizar las ganancias y minimizar los costes. Bajo este sistema, los cerdos y otros animales -todos ellos criaturas sensibles, sintientes y que respiran-, son empujados más allá de sus límites biológicos y psicológicos.
Hoy en día, casi todos los animales de granja en los Estados Unidos y en otros lugares se crían dentro de grandes granjas industriales e intensivas.
¿Cuántos cerdos se crían?
Alrededor del 97 por ciento de los 75 millones de cerdos criados en los Estados Unidos se crían dentro de granjas industriales. Es lo habitual en esta industria y de donde proviene la gran mayoría de la carne de cerdo.
En España, según los últimos datos del Eurostat, es el país de la Unión Europa que más cerdos se crían y se hace en granjas intensivas también conocidas como macrogranjas. Además, somos el cuarto productor mundial solo por detrás de China, Estados Unidos y Alemania.
En el caso de Argentina, hay 170 plantas industriales de cerdo, y solo entre las 10 primeras se produce más del 50% de la carne de estos sensibles animales. México ocupa el lugar nº12 en productores mundiales de carne de cerdo y el estado donde más animales se sacrifican es el de Aculco.
¿Es la cría de cerdos una industria cruel?
Sin duda, es increíblemente cruel. Los cerdos son animales súper inteligentes y muy sociales con distintas personalidades y preferencias. En las granjas industriales se frustra todo instinto natural y se niega toda expresión de comportamiento natural. Es posible que nunca vean la luz del sol ni respiren aire fresco. No pueden vivir en grupos sociales, deambular, explorar, elegir pareja o criar a sus crías. No se les da nada en absoluto para jugar o hacer, nada para satisfacer su curiosidad natural. Todas las granjas industriales son crueles y los cerdos sufren terriblemente en esta dura y despiadada industria.
¿Cómo se trata a los cerdos en las granjas industriales?
En la naturaleza, los cerdos caminan kilómetros para encontrar un lugar privado para construir un nido seguro en el que dar a luz a sus crías. En las granjas, las cerdas están enjauladas durante su embarazo, y a estas amorosas madres les quitan sus camadas una y otra vez. Soportan la inseminación forzada y repetidos embarazos hasta que ya no son óptimamente fértiles, luego, después de varios años de tormento físico y psicológico, son transportados en camiones al matadero. La mayoría de estos increíbles animales nunca llega a pisar la tierra o a ver la luz del sol.
A los cerditos se les corta la cola
Dentro de las granjas industriales, estos animales curiosos y juguetones no reciben nada para enriquecer sus vidas y ocupar sus mentes. Frustrados y aburridos, se miran unos a otros y se muerden la cola o las orejas, a menudo causándose laceraciones y otras lesiones. En lugar de mejorar las condiciones y aliviar el estrés y el aburrimiento de los animales, los granjeros les cortan la cola y les cortan o recortan los dientes sin analgésicos. Su salud mental se deteriora hasta tal punto que se hacen daño, y luego son castigados por ello.
Buscar comida
Un comportamiento clave de los cerdos es buscar comida. Naturalmente, comerían hierba, zarzas (arbustos), bellotas, manzanas, lombrices, insectos e incluso carroña. Usando sus poderosos hocicos, le dan la vuelta a rocas, arrancan bulbos y tubérculos y rompen la tierra para encontrar sus alimentos favoritos en su interior. En las granjas, les dan alimentos altamente procesados, que a menudo incluyen soja de tierras deforestadas o pescado extraído de océanos.
Reproducción forzada
Como todos los animales, a las cerdas les gusta elegir a sus parejas, pero en las granjas industriales no hay elección. Un semental puede «servir» a cada cerda, pero cada vez más los ganaderos las inseminan artificialmente. Lo hacen insertando una varilla en la vagina de cada animal y la empujan hasta el cuello uterino. Luego, introducen el semen de un macho, al que también mantienen miserable y confinado dentro de una granja industrial. No es necesario que un veterinario lleve a cabo este delicado procedimiento.
Vivir enjaulados
Como si esto no fuera suficientemente malo, la mayoría de las cerdas están encarceladas dentro de pequeñas jaulas conocidas como «jaulas de gestación» durante la totalidad de cada embarazo que dura 16 semanas. Desesperadas, realizan los movimientos de construcción del nido dentro de su jaula pero, por supuesto, es completamente inútil. No hay material de anidación. Estas madres pasarán la mayor parte de sus vidas aquí, en un espacio tan pequeño que pueden dar un paso hacia adelante o hacia atrás una o dos pulgadas, pero no darse la vuelta. Las jaulas son tan crueles que son ilegales en el Reino Unido, la Unión Europea y otros lugares, pero sorprendentemente siguen siendo legales en la mayoría de los estados de EE. UU. Sin embargo, las jaulas de parto (jaulas donde dan a luz las cerdas) son legales en casi todos los países del mundo.
Vivir entre sus propios excrementos
Los cerdos son animales muy limpios, se revuelcan en el barro para refrescarse en verano y proteger su piel así del sol. Sin embargo, la cantidad de estiércol producido en una granja industrial significa que a menudo no hay escapatoria de toda la suciedad que hay Los animales pueden verse obligados a vivir, acostarse y dormir en sus propios desechos.
Vivir y dormir en suelos de cemento
Ya sea que estén en jaulas de gestación o en pequeños corrales, los cerdos a menudo se mantienen en suelos de cemento. Éstos pueden causar terribles úlceras por presión en los hombros de las cerdas, mientras que los suelos hechos con barras de cemento o metal, que permiten que los desechos caigan, aumentan la probabilidad de cojera.
Transporte cruel de cerdos
Cuando solo tienen unos meses de edad, los cerdos son transportados al matadero, a menudo a largas distancias y en todas las condiciones climáticas. Los cerdos son muy sensibles a las altas temperaturas y la humedad y, debido a que sudan solo por el hocico, son propensos a la deshidratación y a sufrir golpes de calor. Los camiones que los transportan a menudo tienen poca ventilación y los animales viajan hacinados. Como era de esperar, muchos no sobreviven el viaje.
¿Cómo matan a los cerdos en los mataderos?
Aquellos que sobreviven al largo y agotador viaje se enfrentan a un final aterrador al llegar. Algunos serán obligados a entrar en cámaras de gas y morirán asfixiados. A otros se les pasará una corriente eléctrica a través de sus cerebros, que se supone que los aturde, pero a menudo falla, serán izados por una pata trasera y se les cortará la garganta. No son solo los jóvenes los que soportan esto. Sus madres sufren el mismo destino cuando se derrumban como consecuencia de todo el desgaste físico, emocional y psicológico de la vida en una granja industrial.
Impacto Medioambiental
La ganadería industrial no solo es mala para los cerdos, es mala para el planeta, y eso también la hace mala para nosotros. Las granjas porcinas producen tanto estiércol que no hay ningún lugar donde desecharlo de forma segura. Por lo tanto, se almacena en inmensas ‘lagunas’, cuyos vapores matan regularmente a los trabajadores agrícolas y causan dificultades respiratorias a las personas que trabajan en la granja o incluso viven cerca, pero con demasiada frecuencia se filtra. Se mete en las vías fluviales, alimentando la proliferación de algas, que causan la desoxigenación y matan la vida acuática. En los océanos donde hace lo mismo, provoca zonas muertas en el océano.
Otro grave problema es el desperdicio de agua. La industria ganadera usa mucha más agua que la agricultura vegetal, y se dice que los cerdos son los animales más sedientos de todos. Una granja porcina norteamericana de tamaño medio con 80.000 cerdos necesita casi 284 millones de galones de agua dulce al año. Una grande, que puede tener un millón o más de cerdos, puede necesitar tanto como una ciudad. A medida que la escasez de agua se vuelve más generalizada y grave, ¿realmente podemos darnos el lujo de desperdiciar este preciado recurso?
La industria ganadera también es responsable del 14,5 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el hombre. Eso es más que el combustible de cada automóvil, avión, camión, barco, autobús y tren del planeta. Para evitar el colapso climático, debemos dejar de criar animales.
Te dejamos este otro artículo: “Las 25 macrogranjas más contaminantes de España” para puedas completar tu lectura. Si quieres conocer más sobre el desastre que provocan las mega granjas porcícolas en comunidades indígenas en México, puedes ver el documental Laguna Negra.
¿Cómo puedes ayudar a los cerdos?
La mejor manera, de hecho, la única manera, de ayudar a proteger a los cerdos de esta crueldad es dejar de comer carne de cerdo y otros productos elaborados con sus cuerpos. Solo así podremos acabar con esta realidad tan cruel, que viven los cerdos.
Conclusión
La ganadería industrial proporciona a los animales el mínimo absoluto necesario para que la mayoría de ellos permanezcan con vida el tiempo suficiente para alcanzar el peso deseado para el sacrificio. Y no les da nada más. Si queremos un mundo más compasivo, uno donde la equidad y la justicia estén en el centro, entonces debemos terminar totalmente con la cría de animales, y lo primero que debe desaparecer son las granjas industriales.