Causas y efectos de la deforestación: ¿cómo podemos detenerla?

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La Tierra ha perdido 43 millones de hectáreas de bosque en los últimos 13 años. En la actualidad, los bosques cubren el ⅓ de la superficie de nuestro planeta, pero siguen siendo destruidos a un ritmo alarmante. Esto no sólo afecta a las especies que viven en ellos, sino a todas las personas. Entonces, ¿quién está causando este daño ecológico y cómo podemos asegurarnos de que nuestras compras no están financiando la deforestación? Continúa leyendo.

¿Por qué son importantes los bosques?

Los bosques son vitales para la salud de nuestro planeta. Toman el dióxido de carbono de la atmósfera y lo almacenan, reduciendo el impacto del cambio climático. Bosques como el del Amazonas también estabilizan los ciclos de las lluvias, mientras que los árboles de todo el mundo evitan la erosión del suelo y las inundaciones. Además, por supuesto, los árboles y los bosques tienen un valor intrínseco, y son el hogar de miles de especies de plantas y animales, así como de pueblos indígenas.

 ¿Qué es la deforestación?

Es la eliminación permanente de un gran número de árboles para dar paso a otra cosa, a menudo pastos para animales de granja, minería, expansión urbana o para utilizar la madera en la construcción u otras industrias.

¿Cuáles son las principales causas de la deforestación?

Sólo hay un puñado de industrias responsables de esta destrucción generalizada, pero es posible detenerlas si dejamos de pagarles para que lo hagan.

Agricultura

Alrededor del 80% de la deforestación mundial es resultado de la agricultura. La agricultura de tala y quema, en la que los agricultores queman grandes extensiones de bosque y dejan que las cenizas fertilicen la tierra para los cultivos, contribuye en gran medida a la deforestación en los trópicos. No sólo es destructiva, sino también de poca perspectiva a largo plazo, ya que la tierra sólo es fértil durante unos dos años. Después, los agricultores siguen adelante y destruyen otra zona. La agricultura de tala y quema es responsable de la pérdida de más de 15 mil millones de árboles cada año.

Algunos de los alimentos vegetales que más se cultivan en tierras deforestadas son el aceite de palma, la soja, el caucho, el café, el té y el arroz, aunque en el caso de la soja, es la agricultura animal la que impulsa su producción.

Ganado

La cría de vacas (ganadería) es la principal causa de deforestación en prácticamente todos los países amazónicos, y representa el 80% de la deforestación actual.

Aproximadamente 450.000 kilómetros cuadrados de la Amazonia deforestada en Brasil son ahora pasto de las vacas. A menudo se culpa a la soja de la deforestación -y, por extensión, a las personas que consumen tofu y otros productos de soja-, pero esto es erróneo por dos razones. En primer lugar, la soja suele plantarse sólo después de que las vacas hayan pastado en tierras deforestadas, las hayan agotado y se hayan trasladado a otras nuevas. Y dos, el 80% de la soja amazónica se cultiva para alimentar a animales de granja como pollos, cerdos e incluso peces en granjas industriales de todo el mundo. El consumo de carne impulsa la deforestación.

América Latina y el Caribe tienen el nivel de emisión más alto de gases de efecto invernadero a nivel mundial, debido a la cría de ganado y la deforestación asociada a ella. 

Viviendas

El crecimiento masivo de la población humana hace que se talen bosques para construir casas, pueblos y ciudades. Los investigadores de la Universidad de Lund han reconocido el problema y han llegado a la conclusión de que una de las cosas más importantes que podemos hacer para limitar nuestro propio impacto climático es tener menos hijos.

¿Pero qué hacemos con los miles de millones de personas que ya están en el planeta y que necesitan casas y alimentos? Podemos cambiar a una dieta basada en plantas, ya que requiere mucha menos tierra que la producción de carne, y podemos buscar soluciones ecológicas para alojar a la gente en casas decentes mientras se preservan los hábitats naturales. La creación de «ciudades compactas» es una solución eficaz. Estas ciudades funcionan mejor cuando hay muchos espacios abiertos comunes, una red eficiente de transporte público, iniciativas que fomentan la seguridad de los desplazamientos a pie y en bicicleta, servicios ubicados convenientemente y viviendas de alta calidad que ocupan poco espacio.

Tala de árboles

Se talan grandes extensiones de árboles para obtener productos madereros: la madera que se utiliza en la construcción, los muebles y otros lugares, y productos de papel. La tala puede ser «selectiva», en la que sólo se talan los árboles de mayor valor, o puede ser «a cielo abierto». La tala rasa significa que todos los árboles se talan, dejando una zona completamente deforestada. Según la NASA, la tala rasa es mucho más perjudicial para las selvas tropicales, ya que sin árboles, el suelo pierde sus nutrientes y se vuelve estéril.

La tala selectiva puede parecer la opción más benigna, pero la maquinaria pesada utilizada daña los árboles circundantes, y por cada árbol eliminado, hasta 30 más pueden resultar gravemente dañados.

¿A qué velocidad se produce la deforestación? 

Hace unos 2.000 años, Europa Occidental tenía un 80% de bosques, pero hoy sólo tiene un 34%. Estados Unidos tenía unas 450 millones de hectáreas de bosques que cubrían aproximadamente la mitad del país hasta la llegada de los colonos europeos. Ahora se han reducido en unas 115 millones de hectáreas, un área aproximadamente del tamaño de Colombia. La mitad de la tierra de Nigeria estaba cubierta de árboles, pero ahora sólo queda el 10%. Filipinas estaba totalmente cubierta de bosques, pero ha desaparecido el 65%. Australia ha perdido casi el 40% de sus bosques. Y América Latina ha perdido el 37% de sus bosques tropicales. Es un problema mundial. Te invitamos a ver este proceso en gráficos.


Ya hemos perdido muchos bosques y el ritmo de destrucción se está acelerando. Perdemos el equivalente a una cancha de futbol de bosques cada seis segundos. Craig Hanson, del Instituto de Recursos Mundiales, dice: «estamos perdiendo la batalla para detener la deforestación».

¿Cuáles son los efectos de la deforestación?

La deforestación tiene un efecto dramático sobre la vida silvestre y la biodiversidad, la erosión del suelo, el régimen de lluvias y las inundaciones, el cambio climático y el desplazamiento de las comunidades indígenas.

Cambio climático

Los árboles toman el carbono de la atmósfera y lo retienen. Cuando se queman los árboles, este carbono vuelve a la atmósfera en forma de dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero. No sólo se libera el carbono almacenado, sino que, al desaparecer los árboles, tampoco se puede capturar más carbono de la atmósfera. Si los árboles se cortan para dar paso a las vacas productoras de metano, los efectos peligrosos de la deforestación se multiplican.

Conflictos entre el hombre y la fauna

Cuando se destruyen los hábitats naturales, es inevitable que los animales que los habitan se vean desplazados. Algunos tratarán de vivir más cerca de la población humana de lo que les gustaría a ellos o a las personas, lo que inevitablemente provoca conflictos. No es culpa de los animales, por supuesto. Hemos destruido su hogar.

El fin de los recursos renovables

La tala, en teoría, puede ser una empresa sostenible, pero con demasiada frecuencia, cuando se talan o queman los árboles, lo que los sustituye son pastizales o matorrales. Un estudio realizado en 2012 por el Centro de Investigación Forestal Internacional estimó que los productos forestales -como las nueces de Brasil- generan hasta el 20% de los ingresos rurales y a menudo son la única forma que tienen las comunidades de acceder a la economía monetaria. Dado que muchos productos de la selva tropical no pueden existir sin un sistema forestal que funcione plenamente, la deforestación pone en peligro estos recursos forestales renovables.

Erosión del suelo e inundaciones

Los árboles absorben las precipitaciones a la par que estabilizan los suelos. Liberan el agua absorbida a intervalos regulares y, sin estas esponjas de liberación lenta, el agua de lluvia fluye sin control, aumentando el riesgo de inundaciones.

Sin árboles que estabilicen el suelo, las lluvias intensas pueden arrastrarlo, lo que provoca la disminución de los cultivos por pérdida de nutrientes. Esto, a su vez, invita el uso adicional de fertilizantes, lo que puede causar contaminación, floraciones de algas y zonas acuáticas muertas, e impulsa una mayor deforestación. Costa Rica pierde unos 860 millones de toneladas de tierra vegetal cada año, mientras que Madagascar pierde tanto suelo rojo por la erosión que sus ríos se tiñen de rojo sangre, lo que lleva a los astronautas a afirmar que parece que Madagascar se está desangrando. Casi la mitad de la capa vegetal del planeta se ha perdido en los últimos 150 años.

Enfermedades tropicales

Cuando talamos los bosques, nos ponemos en peligro. La Plataforma Intergubernamental Científico-Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas explica: «La destrucción del hábitat y la invasión de los seres humanos y el ganado en hábitats biodiversos proporcionan nuevas vías para que los patógenos se desborden y aumenten las tasas de transmisión».

La propagación de enfermedades infecciosas a las personas es más probable en los trópicos, donde la diversidad de la fauna y los patógenos es mayor. Varias enfermedades transmitidas allí se han relacionado con la deforestación. Las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud son categóricas: la destrucción de la naturaleza da lugar a pandemias.

Pérdida de hábitat

Los bosques son un hábitat. Son el hogar de miles de especies, así que cuando talamos árboles, destruimos el hogar de alguien, robándole comida, refugio y agua.

Sobre la biodiversidad

Con tanta destrucción de hábitat, no es de extrañar que la biodiversidad se haya visto muy afectada en los últimos años. Quienes investigan hablan de «aniquilación biológica«, ya que la humanidad ha eliminado el 68% de las poblaciones mundiales de animales salvajes sólo en los últimos 50 años. La deforestación, sobre todo para la ganadería, es una de las causas principales. En América Latina y el Caribe la pérdida de biodiversidad se debe en un 51.2% a los cambios de uso de suelo.

¿Cómo podemos detener la deforestación?

La única manera de detenerla es no financiarla, y eso significa presionar a los gobiernos para que actúen en contra de las empresas destructivas, al tiempo que nos educamos sobre cómo podemos estar contribuyendo a ella inadvertidamente. Las cosas clave que podemos hacer son:

  • Dejar de comer carne, ya que la agricultura animal es uno de los principales motores de la deforestación. Podemos alimentar a todo el mundo utilizando mucha menos tierra si comemos a base de plantas.
  • Comprar menos «cosas», y si compramos productos de madera o papel, considerar los de segunda mano o los usados, y asegurarnos siempre de que la madera procede de una fuente sostenible.
  • Comprobar que el café, el té, el cacao y otros productos que compramos proceden de una fuente sostenible.

Conclusión

La deforestación es devastadora para nuestro planeta y sus habitantes, y está impulsada por las grandes empresas y el lucro. Pero no tenemos que aceptarla como algo inevitable. Cada quien tiene el poder de gastar su dinero donde considere oportuno, y los que tenemos la posibilidad de elegir podemos usar nuestro dinero sabiamente en productos que no le cuesten a la Tierra.

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